IBM cerró 2021 con un beneficio neto de 5,743 millones de dólares, un 2.7% más que el año anterior, gracias a las divisiones de datos en la nube y de consultoría.
La firma tecnológica facturó en el conjunto del año 57,350 millones de dólares frente a los 55,179 millones de 2020.
Por acción, IBM ganó en doce meses 6.41 dólares, frente a los 6.28 dólares del año anterior, según indicó en un comunicado.
En el cuarto trimestre del año, datos a los que más atención prestaban hoy los mercados, la compañía facturó 16,695 millones de dólares, un 6.46% más en términos interanuales, mientras que su beneficio neto ascendió a 2,332 millones de dólares, un alza de casi el 72%.
Los negocios de consultoría, que entre octubre y diciembre aumentó su facturación un 13% en comparación con el año anterior, y de la nube, que aportó un 16%, fueron los grandes artífices de unos positivos resultados que mejoraron las previsiones de los analistas.
Al conocerse los resultados, los títulos de IBM se dispararon más de un 6% en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de los mercados en Wall Street.
IBM se separó el pasado noviembre de su negocio de infraestructuras tecnológicas, que ahora opera de forma independiente bajo el nombre de Kyndryl, para centrarse principalmente en el área del software y la consultoría, que representa ahora el grueso de su actividad.
Tras ese movimiento, la empresa se ha reorganizado y hoy por primera vez dio a conocer sus cuentas con esa nueva división de su negocio.
El área de software, que incluye el importante negocio de datos en la nube, facturó en el último trimestre del año casi 7,300 millones de dólares, un 8.2% más que el año anterior, mientras que la de consultoría ingresó unos 4,700 millones de dólares, un 13.1% más.
El negocio de infraestructuras, que incluye las ventas de hardware, facturó por su parte unos 4,400 millones de dólares, un 0.2% menos que el año anterior.