Un tribunal penal holandés impuso hoy las primeras multas en contra de Uber a tres conductores afiliados a este servicio que pone en contacto a pasajeros y conductores privados sin licencia.
Las sanciones, que alcanzan un monto de de 1,500 euros, son las primeras de este tipo fijadas en Holanda.
La corte ha recordado en su decisión de hoy que las actividades de Uber fueron prohibidas en Holanda en diciembre, como medida cautelar de la Cámara de Comercio e Industria.
Los conductores multados fueron detectados en febrero en una operación conjunta de la Policía holandesa y la Fiscalía, y si reinciden tendrán que pagar una multa superior, de 10,000 euros.
La compañía estadounidense, cuyo servicio ha sido prohibido en varios países, alega que no es una empresa de taxi y que sólo ha creado una aplicación para conectar a conductores particulares y usuarios interesados en compartir viaje a un precio módico.
‘En Uber, creemos que los usuarios merecen el derecho de decidir cómo quieren moverse en sus ciudades. Además, queremos enfatizar que Uber no es una compañía de taxis y que no proveemos ese tipo de servicio; somos una compañía de tecnología que creó una plataforma que conecta choferes privados con usuarios en busca de un viaje seguro y eficiente, en más de 300 ciudades y 56 países’, aclaró la empresa en un comunicado.