La industria de chips de Estados Unidos necesitará hasta 50 mil millones de dólares en incentivos federales para detener una tendencia de décadas de fabricación que se traslada al extranjero.
La Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA) informó que China gasta enormes cantidades para convertirse en un productor líder de semiconductores.
Solo el 6% de la nueva capacidad global en desarrollo se ubicará en los Estados Unidos. En contraste, China agregará alrededor del 40% de la nueva capacidad durante la próxima década y se convertirá en la ubicación de fabricación de semiconductores más grande del mundo, señaló el informe de la SIA.
El gobierno de EU necesita desplegar entre 20.000 y 50.000 millones de dólares para que ese país sea un lugar tan atractivo para plantas como Taiwán, China, Corea del Sur, Singapur, y partes de Europa, dijo la asociación en un estudio publicado el miércoles. No hacer eso, amenaza el liderazgo estadounidense del sector en su conjunto.
El grupo de presión, que representa a empresas como Intel y Qualcomm, está haciendo el lanzamiento en un momento en que cree que Washington está más abierto a escuchar. La guerra comercial y las interrupciones de la cadena de suministro causados por la pandemia han revelado los riesgos de que esos componentes vitales se fabriquen en el extranjero.
La industria de semiconductores de 400 mil millones de dólares está liderada por empresas estadounidenses, pero muchos fabricantes de chips, como Nvidia y Qualcomm subcontratan la producción a fábricas principalmente en Asia. Taiwan Semiconductor Manufacturing domina esa parte del mercado y también fábrica chips diseñados por Apple y otros gigantes tecnológicos estadounidenses.
Las técnicas de producción, incluidos los procesos químicos y los equipos de fabricación complejos, juegan un papel vital en la determinación del rendimiento del chip. Estados Unidos necesita mantener una parte de este trabajo en el lugar, para poder mantener su base de conocimientos y la propiedad de las habilidades, dijo la SIA.
Mientras la producción de Estados Unidos disminuye, el gobierno de China está invirtiendo dinero en su industria nacional de semiconductores, otorgando el mismo tipo de prioridad al esfuerzo que realizó para desarrollar su capacidad atómica. Esto ha hecho que la fabricación de chips sea una cuestión de seguridad nacional.
La SIA dijo que las nuevas plantas de Estados Unidos, construidas con apoyo federal, ‘traerían tecnología de fabricación de última generación y capacidad suficiente para cubrir la demanda de semiconductores de las industrias de defensa y aeroespacial de Estados Unidos’.
La fabricación nacional de semiconductores ha ido disminuyendo constantemente y la pandemia de COVID-19 ha dejado en claro cuán vulnerables son las cadenas de suministro existentes, dijo el senador de Texas John Cornyn. ‘Este informe subraya la necesidad de impulsar la producción estadounidense de semiconductores’.
Ubicar una planta en Estados Unidos, cuesta aproximadamente un 30% más durante una década que los sitios comparables en Taiwán, Corea del Sur y Singapur. China puede ser hasta 50% más barata, según el informe.
Se necesitan hasta 20,000 millones de dólares para construir una gran planta de chips, considerablemente más que un nuevo portaaviones o una planta de energía nuclear, estimó el informe.
Durante una década, las fábricas de semiconductores cuestan hasta 40 mil millones. Los incentivos gubernamentales de todo el mundo reducen esa factura hasta el 13 mil millones, según el informe.
La mayoría de los incentivos en Estados Unidos son proporcionados por gobiernos estatales que no pueden competir con países con presupuestos más grandes, dijo la SIA.
Algunos países ofrecen subvenciones para liberar la tierra requerida. Otros recortan los impuestos corporativos y de propiedad o ayudan con el costo de la compra de equipos. Estados Unidos se ubica muy abajo en la mayoría de esas categorías, muchas controladas por Washington, agregó el grupo.
