Intel anunció este lunes que venderá a la firma tecnológica Silver Lake el 51% de Altera, su división de microchips programables pensados para servicios de inteligencia artificial (IA).
En un comunicado, Intel explicó que esta operación permitirá que Altera funcione de manera independiente, posicionándola como la compañía más grande en el mercado de soluciones con semiconductores FPGA (Field Programmable Gate Array), un tipo de chip que puede ser programado después de su fabricación.
Este tipo de chips destaca por su flexibilidad y se usa en distintos sectores como el cómputo de alto rendimiento y el desarrollo de prototipos. De acuerdo con IBM, también son comunes en las industrias de telecomunicaciones, automotriz y aeroespacial.
Intel conservará el 49% del negocio y aseguró que Altera cuenta con herramientas enfocadas en acelerar el desarrollo y la innovación de estos chips, con el fin de responder a la creciente demanda del mercado de la IA.
La transacción valora a Altera en 8,750 millones de dólares, según lo detallado en el comunicado.
La empresa también dio a conocer que Raghib Hussain, quien actualmente funge como director de Productos y Tecnología en Marvell —otro fabricante de semiconductores—, tomará el cargo de director general (CEO) de Altera, en sustitución de Sandra Rivera.
Hussain destacó que Altera, ahora respaldada por Silver Lake y operando como compañía independiente, está en una posición ideal para continuar creciendo y ofrecer soluciones innovadoras con tecnología FPGA que están transformando el futuro del cómputo impulsado por IA.
Por su parte, el CEO de Intel, Lip-Bu Tan, dijo que este movimiento forma parte de su estrategia para enfocarse mejor, reducir costos y fortalecer sus finanzas.
Kenneth Hao, presidente y socio director de Silver Lake, comentó que esta inversión representa una oportunidad única para apostar por semiconductores avanzados y mercados emergentes liderados por la IA, como la robótica.
Después del anuncio, las acciones de Intel en Wall Street subieron 3%. Sin embargo, en el último año han perdido un 43% de su valor, en medio de la creciente competencia con otras grandes del sector, como Nvidia.