Israel realizó hoy una simulación de ataque con un nuevo tanque de guerra que integra diversos componentes tecnológicos que lo hacen depender menos de los operadores.
Su diseño incorpora una cabina transparente, que identifica objetivos, maniobra automáticamente y elige la ruta más segura.
El aparato, fabricado por la empresa israelí de tecnología de defensa Rafael, fue mostrado en la base militar de Eliakim, donde se ubica una réplica de un pueblo libanés.
El tanque solo necesita dos operadores, en lugar de los cuatro habituales, ya que cuenta con un escaner que detecta los peligros circundantes, como por ejemplo explosivos, además de personas que puedan ser un objetivo.
Así, los soldados solo tienen que estar pendientes de las decisiones operativas en una misión, ya que el vehículo se mueve automáticamente y aporta todo tipo de información en tiempo real de lo que les rodea.
Rafael, junto con la compañía israelí Elbit y la Industria Aeroespacial de Israel, entró esta semana en la fase final del Programa Carmel diseñado para equipar a los vehículos de combate de inteligencia artificial y capacidades automáticas y autónomas.
El programa no produce nuevos vehículos, sino que incorpora tecnología avanzada además de inteligencia artificial, según las empresas desarrolladoras que se han encargado de cada capacidad: propulsión híbrida, defensa cibernética, camuflaje activo, radar multitarea y un sistema para identificar tropas.
Las plataformas desarrolladas serán incorporadas en los vehículos armados del Ejército israelí.