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Japón enfrenta barrera del idioma con traductor automático de voz

Japón confía en los traductores de voz automáticos para enfrentar el creciente número de turistas, que este año se espera que supere los 30 millones

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Con casi 30 millones de visitantes anualmente, la barrera del idioma en Japón se hace cada vez más evidente, un problema que el país espera solucionar mediante la tecnología de traducción de la voz.

El software VoiceTra, desarrollado por el National Institute of Communications and Information Technology de Japón (NICT), traduce de forma automática las conversaciones entre el japonés y 30 idiomas y ya se utiliza en ámbitos como la atención sanitaria, la asistencia de emergencias, el transporte y el turismo.

La introducción de este sistema de traducción de voz en el sector de los servicios forma parte del Plan de Comunicación Global (GCP), que el Ministerio de Asuntos Internos y Comunicación de Japón desarrolló en 2014, orientado a «romper las barreras del lenguaje».

De esta manera, el ministerio prevé que las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) asuman la labor de comunicarse con los turistas, poniendo el foco de su atención en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, año en que el gobierno japonés se propone atraer a 40 millones de visitantes.

«Uno de los proyectos principales dentro del GCP es la instalación de estos sistemas de traducción automática en las diversas localizaciones olímpicas», explicó a Efe un portavoz del NICT.

El plan de acción GCP reconoce las dificultades que los extranjeros experimentan para llevar una vida cotidiana en Japón y propone como solución aprovechar al máximo los sistemas de traducción de voz en múltiples idiomas.

Según datos recabados por el ministerio, una decena de idiomas incluyendo el coreano, el chino y el inglés cubren a más del 90% de los turistas que visitan el país.

VoiceTra ofrece traducciones de voz automáticas entre el japonés y otras 30 lenguas, la mayoría de ellas habladas en Asia, como el birmano, el indonesio, el nepalí, el vietnamita o el mongol.

Para los Juegos Olímpicos de 2020, según el NICT, el objetivo es que este software desempeñe el rol de traductor en los puntos de información, las zonas de acceso a internet, los estadios y las tiendas de recuerdos, entre otras localizaciones.

Aunque el servicio se encuentra disponible para todos los usuarios y sin ningún costo como aplicación móvil, la forma básica de promover VoiceTra es por medio de la distribución de licencias a las empresas, concretó el organismo.

«Por supuesto, nosotros realizamos actividades experimentales con proveedores de servicios locales», indicó el instituto. Pero son las empresas privadas, a quienes el organismo cede el uso de VoiceTra por una cuota, las que se encargan de aplicar el software en el sector de servicios.

«Como instituto nacional, nos hemos centrado en el desarrollo de la tecnología de traducción central», precisó el NICT, que colabora con el ministerio para compilar resultados y así mejorar la precisión de la aplicación.

En manos del sector privado, VoiceTra está siendo incorporado a diversos dispositivos tecnológicos, lo que permite adaptar el software al contexto en el que se desarrolla la interacción que debe ser traducida.

Es el caso de Panasonic y su «megahonyaku», un megáfono traductor que se utiliza en los aeropuertos, así como Sourcenext Corporation y Pocketalk, un dispositivo de traducción de bolsillo para turistas, o Hitachi y Ruby Concierge, un servicio de tablet que asiste en la navegación por el transporte público.

También utilizan VoiceTra algunos gobiernos locales gracias a VoiceBiz, un sistema desarrollado por la nipona Toppan Printing, y las clínicas médicas con Melon, un asistente para los extranjeros que ideó la multinacional Konica-Minolta.

En un país acostumbrado a los desastres naturales, los departamentos locales de bomberos también han comenzado a implementar esta tecnología para asistir a los turistas en situaciones de emergencia.

El Ministerio de Asuntos Internos planea continuar extendiendo el uso de esta tecnología, para lo que solicitará al Ministerio de Finanzas un presupuesto de 820 millones de yenes en el año fiscal 2019.