Directivos de importantes empresas de semiconductores, como Intel, IBM y Samsung, fueron convocados por el primer ministro japonés, Fumio Kishida, en Tokio.
Durante la reunión, Kishida instó a los fabricantes a ampliar sus inversiones en Japón para fortalecer la presencia del país en el sector.
Además de las mencionadas empresas, también estuvieron presentes ejecutivos de Micron, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) e Imec.
Micron anunció una inversión de 500,000 millones de yenes (unos 3,630 millones de dólares) en los próximos años para producir chips de última generación en su planta ubicada en la prefectura de Hiroshima, coincidiendo con la reunión.
El primer ministro japonés expresó su deseo de que las empresas realicen mayores inversiones directas en Japón y apoyen al sector de fabricantes de semiconductores. Japón busca aumentar sus ventas en este sector y competir con otras potencias productoras.
Kishida también manifestó la voluntad de que Tokio desempeñe un papel de liderazgo en el diálogo sobre los desafíos actuales en las cadenas de suministro y en las negociaciones para lograr una mayor estabilidad. Japón depende en gran medida de las importaciones de chips y busca fortalecer su posición en el sector.
Con el objetivo de triplicar las ventas de chips en los próximos siete años, Japón pretende alcanzar alrededor de 15 billones de yenes (unos 108 mil millones de dólares) para 2030, según la estrategia del Ministerio de Economía, Comercio e Industria.