La banda ancha en el acceso a internet puede convertirse en el «gran ecualizador» de América Latina y el Caribe, y eliminar desigualdades tanto dentro de la región como con el resto del mundo, según dijo la gerente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Ana María Rodríguez.
«El acceso a banda ancha permite expandir los servicios públicos a bajo costo y hacerlo con mayor penetración, como se ha demostrado en los casos de la telemedicina (prestación de servicios médicos a distancia) y de la educación no presencial», explicó la gerente de las áreas de Capacidad Institucional y Finanzas del BID.
Por ello, el banco ha hecho del despliegue del acceso a internet de alta velocidad o banda ancha una de sus prioridades en la región, como lo demuestra el seminario sobre la cuestión que se celebrará el próximo viernes en Panamá, en el marco de la asamblea anual de gobernadores del banco que tiene lugar entre el 14 y el 17 de marzo en ese país.
«¿Cómo vamos a garantizar que la agenda digital llegue a tiempo a América Latina y el Caribe para poder cumplir su papel transformador?», es la pregunta fundamental sobre la que versará el seminario, en el que además de un panel de expertos también intervendrá el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, quien explicará el porqué de la apuesta del banco por la banda ancha.
«Va a ser un seminario fantástico, poco convencional. Habrá un diálogo muy vivo sobre qué esta ocurriendo en la región y por ello hemos traído un panel excepcional de expertos», señaló la gerente del banco.
Según Rodríguez, uno de los aspectos fundamentales que justifican la necesidad de desplegar la banda ancha en Latinoamérica y el Caribe es la fuerte «correlación» existente entre el acceso a internet de alta velocidad y el crecimiento económico.
«Un estudio reciente del BID apunta a que con una penetración del 10% de banda ancha en el territorio se logran crecimientos superiores al 3% en la actividad económica de la región, aumenta la productividad en más del 2% y se pueden generar hasta 67,000 nuevos puestos de trabajo», indicó en su entrevista con la agencia EFE la gerente del banco.
Sin embargo, Rodríguez destacó el «error» que a su juicio supondría pensar que esta implementación de la banda ancha es responsabilidad del sector privado en exclusiva y reclamó alianzas público-privadas que permitan el acceso a internet a «un número importante de ciudadanos».
«Hay franjas en las cuales el sector privado no entrará porque no son rentables económicamente, pero que hay que cubrir igualmente para asegurar su desarrollo. Ahí es donde debe producirse la colaboración público-privada», indicó, para descartar luego cualquier alternativa para el desarrollo de la región que no contemple el despliegue digital.
«Decidir no optar por la banda ancha es como apostar por un país de gente analfabeta que no tiene carreteras. El lenguaje del mundo moderno es internet y por él pasan las vías de desarrollo comercial, logístico, social y democrático», sentenció la gerente de Capacidad Institucional y Finanzas.
Rodríguez explicó que el banco ya ha llevado a cabo colaboraciones en este sentido para desarrollar un «anillo digital» con la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), así como proyectos puntuales en varios países de Centroamérica.
«Sobre todo desarrollamos aplicaciones y programas, como la iniciativa ‘Un computador por niño’, programas de seguridad ciudadana o la modernización de las oficinas públicas», indicó la gerente, quien aseguró que el BID está capacitado para ofrecer soluciones «en todas las patas de la agenda digital».
Una de las principales dudas que plantea la banda ancha en Latinoamérica es la necesidad de establecer un marco regulatorio que facilite y acompañe su despliegue, algo que, lejos de un problema, Rodríguez ve como «una solución».
Me gusta pensar que el marco regulatorio es la solución. Este debe anticipar cuestiones de competencia, transparencia… se trata de tener una propuesta estratégica que invite a las compañías de telecomunicaciones a trabajar en el país», indicó.
«La banda ancha es el lenguaje moderno para lidiar con lo que el BID ha tratado de resolver desde hace cincuenta años: proveer mejor educación, mejor salud, mayores mecanismos de justicia, mayor productividad, y asegurar una democracia más fuerte en América Latina y el Caribe», concluyó Rodríguez.
EFE
