Jorge Correa, E-commerce Manager de Digicel Group Panamá, explicó que actualmente en Latinoamérica apenas el 22% del producto interno bruto (PIB) regional corresponde al comercio electrónico, pero va en incremento.
«Si hablamos de Centroamérica, alcanza el 10% del PIB y si es solo Panamá estamos entre el 3 a 4%, pero es una tendencia irreversible que vemos va a crecer a doble dígito en toda la región», sostuvo Correa, quien se hizo cargo desde hace un año de digitalizar la operación panameña de la empresa fundada en Bermuda.
Pero el experto en mercadeo digital advirtió que, como se proyecta el crecimiento exponencial del comercio electrónico, al menos en Panamá considera que la legislación debe prever que se garantice el consumo de la producción nacional.
Puso como ejemplo que en su país, anualmente Amazon «vende más vía ‘online’ que muchas tiendas juntas», y son productos importados, por lo que «se va el dinero» a Estados Unidos.
Sobre el desarrollo de esta nueva manera de transacciones indicó que «aún es necesario el proceso educativo» masificado para que el consumidor aprecie las ventajas que le ofrece.
Citó como ejemplo que en su empresa, con un año de estar en operación la digitalización de sus ventas y servicios conexos, se ha dado «un 12% de rechazo» por parte de los compradores porque se daban cuenta que lo que pidieron no era lo que habían pensado adquirir.
«Las empresas deben comprender que esto es irreversible y la que no se digitalice simplemente va a desaparecer» y que los pioneros son los que venden los servicios de boletos de avión y hostelería, las ventas al por menor de prendas de vestir y teléfonos móviles por internet.
Brasil, Chile, México y Colombia, en ese orden, encabezan el desarrollo del comercio electrónico en Latinoamérica, especificó, y en Centroamérica es Panamá el país que va un paso más adelante que sus vecinos, pese a la poca digitalización que aún existe.
El ahorro se genera en un menor uso de personal, de documentación, de tiempo, «pero lo más importante es el catálogo, ahora estamos incorporando hasta el vídeo para que el consumidor aprecie el producto, aunque la mayoría aún tiene la información plana (solo texto y foto)», admitió.
«Ahora el poder lo tiene quien maneja la información, no quien tiene la mayor cantidad de dinero, y eso está demostrado en todo el mundo, la inteligencia de negocios es lo más valioso, uno puede segmentar los productos que ofrece a un consumidor de acuerdo a sus requerimientos de marca, ubicación, color, hábitos», acotó.
Especificó que actualmente en la capital panameña el tiempo de entrega de un producto es de 24 a 48 horas, pero en el caso de medicina y comida es inmediato, y en su caso, los móviles comprados a través de su página demoran 2 horas en Ciudad de Panamá.
Incluso, por la poca bancarización a nivel nacional, se ha establecido el método de «pago contra entrega» para generar confianza en el consumidor de que no es víctima de una estafa.
Aunque reconoció que ya se vive en otras latitudes, en Panamá aún no está ocurriendo una destrucción de puestos de trabajo por los cambios en el modelo de negocio, pero sí dijo que se va a dar y las personas deben prepararse para estos cambios.
«Es una tendencia irreversible, lo vemos en España, Estados Unidos o Canadá», comentó.
Respecto al crecimiento de las ventas, dijo que en 18 meses se debe sentir más el proceso de crecimiento del comercio electrónico y en cuanto a la recuperación de la inversión para digitalizar las operaciones se calcula que en unos 2 años debe llegarse al punto de equilibrio porque los incrementos de ventas son «de 10 a 20% mensual».