A pesar de que es considerado como el responsable de la contabilidad y de los libros de la compañía, el rol del Director Financiero o CFO ha evolucionado significativamente en los últimos años.
En lugar de estar totalmente centrados en números, presupuestos e informes, los CFO están adoptando un enfoque mucho más amplio que cambiará la forma de agregar valor a su empresa.
Además de gestionar las finanzas, se espera cada vez más que los CFO de hoy ofrezcan al CEO y al resto de los directores orientación y asesoramiento en muchas otras áreas. En lugar de ser un rol funcional, esta posición se ha vuelto estratégica, requiriendo de un mayor conocimiento.
De alguna manera, las semillas de esta evolución se sembraron durante la crisis financiera mundial de 2007. En ese momento, las empresas se dieron cuenta de la importancia crucial de una gestión monetaria prudente y recurrieron a sus CFO para que ofrecieran una guía adicional durante un período de gran crisis. Si bien los días oscuros de la Crisis Financiera Mundial han quedado en el pasado, estas responsabilidades adicionales se han mantenido.
Asesor estratégico
Ahora el rol del CFO es mucho más cercano al de un consultor estratégico. Con ello, se incluye un análisis de cómo fuerzas y factores no financieros influyen potencialmente en las ganancias y en el rendimiento futuro.
Por ejemplo, puede solicitarse al CFO que determine de qué modo las mediciones de satisfacción del cliente (como la popular herramienta Net Promoter Score) pueden afectar los futuros volúmenes de ventas. Los puntajes podrían analizarse antes y después de una importante campaña de marketing para determinar la efectividad del gasto en publicidad.
El sector de las redes sociales, que va en constante evolución, es otro espacio donde se solicita cada vez más el asesoramiento de los CFO. La manera en que una organización es representada en redes sociales como Facebook y Twitter puede tener un impacto directo en los futuros planes de expansión, lanzamientos de productos y facturación. Si bien es probable que el departamento de marketing esté atento a las tendencias sociales, desglosar esto en informes y proyecciones de rendimiento permite que los datos agreguen aún más valor al negocio.
La información derivada de otras áreas de la organización también puede ser utilizada por el CFO y el departamento financiero para obtener mayores conocimientos y ofrecer asesoramiento estratégico. Por ejemplo, el rendimiento de una línea de ensamble o planta de manufactura podría medirse contra factores tales como la temperatura ambiente. Quizás modernizar el sistema de refrigeración podría tener un impacto positivo en los resultados.
Mediante la unión de múltiples fuentes de información, el CFO puede sugerir oportunidades que antes podrían haber pasado inadvertidas.
Por Adriano Chemin, Vicepresidente de Oracle Latinoamérica