Dentro del denominado grupo de ‘tecnologías por adición’, se ha fabricado la impresión 3D, que consiste en la superposición de capas sucesivas de materiales que permiten la producción de objetos en general, ya sea en partes o montajes completos producidos con diferentes materiales.
El Strati, un auto diseñado por Michele Anoé para Local Motors, funciona con electricidad que le permite recorrer 195 km a una velocidad de 65 km/h con una sola carga de batería.
Este auto, diseñado con tecnología de impresión 3D aún no se comercializa, pero se sabe que su precio será cercano a los 20,000 euros.
Otro prototipo de auto construido con la tecnología 3D es el deportivo Blade, que pesa un poco más de 600 kilos gracias a que ha sido fabricado con fibra de carbono y aluminio.
Este auto utilizará biocombustibles y gasolina. Por sus características es capaz de desarrollar una velocidad de 0 a 100 km/h en sólo dos segundos. Este prototipo sería el primer coche con piezas provenientes de impresión 3D, que opera con un motor convencional y con los mismos atributos de otros autos de su categoría.
La utilización y aprovechamiento de la tecnología de impresión 3D no tiene límites. Actualmente estamos en el umbral de un desarrollo extraordinario que marcará un hito en los registros de la historia.