Hoy en día las sociedades modernas se encuentran transitando hacia la denominada Sociedad de la Información y el Conocimiento (SIC), en la que la creación del conocimiento y la difusión del mismo se encuentran en el centro de estas nuevas sociedades. Las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) – particularmente el Internet de banda ancha móvil – juegan un papel fundamental en la generación y difusión del saber ya que dichas tecnologías se integran cada vez más en nuestro quehacer cotidiano, ya sea para estar en contacto con nuestros seres queridos, como herramienta de trabajo, como medio de entretenimiento o como un habilitador de acceso a la cultura, el conocimiento y nuevas habilidades.
Según un estudio de hábitos de usuarios de Internet en México desarrollado por la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), al cierre de 2012 existían 45 millones de internautas, de los cuales, el 43% se concentraban en el rango de entre 12 y 24 años. El tiempo promedio de conexión en el mismo año fue de 5 horas diarias y el 84% de los internautas declararon utilizar la red para realizar búsquedas de información. Si integráramos estos datos en una ecuación (rango de edad, tiempo de conexión y principal actividad on-line), no resultaría difícil inferir que una parte importante del acceso a la información, el conocimiento, la cultura y el desarrollo de nuevas capacidades de los jóvenes mexicanos se da vía Internet.
Estrategias que transforman la educación
Analizando la importancia de las TIC en la educación desde una perspectiva “de mercado”, podemos decir que dada la globalización económica y el creciente intercambio comercial de servicios y el correspondiente flujo de personas que ello implica, conjugado con las altas tasas de desempleo tanto en países desarrollados, como en desarrollo, el mercado laboral está observando una de las más férreas competencias en todos los sectores y a todos los niveles, lo que obliga a la oferta laboral a contar con mayores capacidades y habilidades. Ante esta realidad, tanto la oferta como la demanda educativa y de desarrollo de capacidades técnicas han encontrado en las TIC una herramienta útil para generar y adquirir mayor conocimiento y mejor capacitación con modelos de amplia flexibilidad. Un ejemplo claro de esto son los denominados MOOCs (Massive Open Online Courses) que son cursos en línea de las más prestigiosas universidades del mundo como Stanford, Harvard, MIT, UPenn, a los que se puede acceder con un dispositivo (laptop, desktop, tablet) y una conexión a Internet, de manera gratuita y con un modelo innovador de aprendizaje a través de plataformas en línea, que permiten la colaboración entre estudiantes y maestros sin importar el rincón del mundo en que estos se encuentren.
Más allá de la creación del conocimiento
Si bien es cierto que el estudio de la contribución de las TIC a la educación es relativamente reciente, una relación mucho más estudiada es la relativa a la contribución de la educación al crecimiento económico. Significativamente podemos mencionar que diversos estudios han encontrado que mejorar la calidad de la educación tiene un impacto más significativo en el crecimiento económico que los años de escolaridad. Para lograr que la educación entre en el ciclo económico virtuoso de incremento de productividad generado a través de mano de obra más calificada y de innovación tecnológica conjugado para generar crecimiento económico sostenido, el papel de las TIC en la educación no solo debe ser el de herramienta para facilitar el acceso al saber, sino que deben contribuir de manera más significativa en la profundización del mismo, el entendimiento de los problemas, y finalmente, convertirse en una herramienta que permita la creación de contenido, el cual a través de estas mismas herramientas (las TIC) pueda ser diseminado a fin de crear comunidades del conocimiento.
Podemos concluir que si queremos integrar a México en la SIC y tener una economía basada en el conocimiento, el reto fundamental que afrontamos como sociedad (gobierno, industria, individuos) es capacitar a las generaciones del futuro para afrontar los retos del siglo XXI, potenciar la inventiva mexicana, invertir en investigación y desarrollo y reformar los sistemas educativos a fin de incorporar las TIC como herramientas que permitan la creación de conocimiento que potencie el avance económico y en consecuencia contribuya al desarrollo social y humano.
Por Jorge A. Alvarez Tovar, Gerente Regulatorio, de Asuntos Institucionales y TI de Alestra