El primer ministro de la India, Narendra Modi, abrió este miércoles el camino del ‘Silicon Valley indio’ para la próxima década, que se asentará en la creciente confianza extranjera en la economía india y tendrá como retos llevar a nuevas alturas el diseño de tecnologías.
‘Estos son tiempos inciertos y aún así la mayoría de las naciones están convencidas de los fundamentos de la economía india’, dijo Modi en una videoconferencia para inaugurar la Reunión de Inversores Globales celebrada en la ciudad de Bangalore, popularmente conocido como el Silicon Valley indio, en el estado meridional de Karnataka.
El evento reunirá durante tres días a los principales líderes de la industria con potenciales inversores para discutir las principales áreas de innovación en la próxima década, entre las que Modi identificó el diseño y la fabricación de chips, el desarrollo del combustible de hidrógeno o de la nano urea como fertilizante y la gasificación del carbón como principales retos a medio-largo plazo.
En todo caso, el primer ministro indio insistió en la necesidad de crear una ‘alfombra roja para la inversión’, racionalizando las leyes, y eliminando las trabas burocráticas que atrapan a los inversores, una dinámica que la India favorece desde hace diez años.
El clúster de empresas tecnológicas ubicado en la ciudad de Bangalore es el entorno ideal para desarrollar estas ideas, por albergar 400 de las 500 empresas indias de capital abierto que presentan un mayor volumen de ventas y por ser la sede de más de 40 empresas unicornio entre el centenar que presenta la India, continuó el mandatario.
Unas cifras que llevan a la región a desafiar a países enteros y que le han hecho entrar en una nueva fase del dominio de la fabricación, agregó.
Modi también subrayó el papel que sigue teniendo la India en el mundo como uno de los principales suministradores de medicamentos y vacunas, especialmente en el periodo actual de fragmentación donde las cadenas de suministros se han visto interrumpidas y el mercado se ha saturado.
Este país se convirtió en un importante proveedor de vacunas contra el covid el año pasado, pese a que la inmensa demanda interna durante la segunda ola obligó al Gobierno a suspender las importaciones a decenas de naciones.
Esta confianza en la conocida como ‘farmacia del mundo’ disparó la inversión procedente del extranjero, que alcanzó una cifra récord de 84,000 millones de dólares en 2021, según el mandatario.
‘Invertir en la India significa invertir en inclusión, invertir en democracia, invertir para el mundo e invertir por un planeta mejor, más limpio y más seguro’, sentenció el primer ministro, no sin antes recordar su objetivo de convertir la India en un país desarrollado hacia 2047.