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La promesa de LTE: hacia dónde vamos

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La promesa de LTE: hacia dónde vamos

Mayor velocidad y movilidad, mensajería unificada y servicios multimedia optimizados son algunos de los beneficios de esta tecnología. ¿La veremos hecha realidad en México?

Por Laura Sarmiento

México deberá esperar al menos otro año para obtener los beneficios de la tecnología LTE (Long Term Evolution), a pesar de que diversos proveedores han desarrollado ya dispositivos móviles 4G (cuarta generación).

Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), para que la red LTE se considere como tecnología 4G (Cuarta Generación) debe alcanzar velocidades de 100 Mbps en movimiento y un Gbps en forma estática.  Sin embargo, en México para lograr estas velocidades se requieren costosas inversiones en infraestructura, por lo que en el corto plazo los operadores preferirán explotar aún más los servicios 3G.

Carlos Slim, Presidente de Grupo Carso, señaló que durante el último trimestre de este año América Móvil realizará pruebas con redes de 4G, y en 2012 se comenzará a invertir para hacer los primeros despliegues de este tipo en el país. No obstante, la migración a LTE se encuentra algo rezagada como resultado de la brecha digital que impide hacer frente a la adopción de nuevas tecnologías.

Para Deloitte México, las ofertas en el mercado mexicano de tecnología LTE no están cumpliendo con la promesa de rapidez en las conexiones y las redes 3G y 3.5G aún soportan las funcionalidades de 4G, por lo que la migración será lenta, a pesar de que para este año se esperaba un boom.

Al respecto, Signals Telecom Consulting establece que en el país aún no existen redes 4G a nivel comercial, debido a la falta de espectro y la demora en las licitaciones de nuevas bandas (700 Mhz y 2.5 Ghz). Las operadoras actualizan y expanden sus redes para ofrecer servicios HSPA plus (High Speed Packet Access), con lo que es poco probable que a corto plazo se despliegue la tecnología LTE (altamente costosa  sin un retorno de inversión justificado).

Erasmo Rojas, director de 4G para América Latina y el Caribe, explicó que LTE iniciará en el país como una “tecnología de nicho”, porque aún no existe una economía de escala para terminales que operan con LTE. Por lo tanto, su establecimiento dependerá de una visión comercial, más que de una necesidad de mercado.

Cabe apuntar que, a nivel mundial, al menos cinco mil 300 millones de personas utilizan el móvil y demandan mejores servicios, sobre todo en lo que a ancho de banda se refiere.

Noruega ya comercializa servicios de telefonía LTE en su territorio, y en América Latina se han realizado pruebas tanto en México como Argentina, Chile, Brasil y Colombia. Se espera que entre 2012 y 2015 los usuarios de tecnología LTE crezcan de 29.8 millones a 339.7 millones de usuarios a nivel mundial.

El libro blanco ‘4G Mobile Broadband Evolution’ indica que actualmente existen 104 redes HSPA plus, las cuales alcanzan velocidades de 42 Mbps, cifra que puede duplicarse a 84 Mbps, con las primeras redes comerciales previstas para finales de 2011.

Esto podemos compararlo con LTE, que apenas cuenta con 18 redes a nivel mundial, aunque se pretende instalar otras 50 para finales de 2011, luego de que 200 operadoras globales anunciaran pruebas o bien la intención de evolucionar sus redes.

Esta tecnología se basa en IP y permitirá expandir internet a dispositivos móviles, así como brindar servicios interactivos a mayor velocidad,  capacidades de roaming optimizadas, mensajería unificada y servicios multimedia por banda ancha.

Cómo funciona LTE

LTE, una evolución del GSM, es una tecnología inalámbrica totalmente digital, y se considera que dominará el mercado para brindar servicios 4G. Utiliza Orthogonal Frequency Division Multiple Access (OFDMA), gracias a lo cual logra altas velocidades de transmisión de datos, con un rango de espectro radioeléctrico menor. Su red se basa por completo en el Protocolo de Internet (IP, por sus siglas en inglés), lo que brinda un mejor aprovechamiento tanto del espectro como del ancho de banda.

El uso de LTE permite bajar datos a velocidades de hasta 300 Mbps y subirlos a 80 Mpbs. Actualmente, 3G permite bajar datos a entre 5 y 7.5 Mbps,  y subirlos a aproximadamente 1 Mbps.

Para implementar la tecnología LTE en México se requiere licitar los espectros radioeléctricos 2.5 y 2.8 Gigahertz. No obstante, LTE empezará a utilizarse para enviar datos simples y posteriormente migrará a los servicios de telefonía móvil.

Las ventajas para el usuario

Entre los beneficios que podrá disfrutar el usuario final de LTE destacan el acceso a una banda ancha verdaderamente móvil, las velocidades de transmisión superiores a los 100 Mbps, y la oferta de contenidos multimedia de alta definición en cualquier lugar, incluso en movimiento. Se podrán utilizar herramientas de redes sociales, blogs, chat y mensajería instantánea sin recurrir a la PC o a una conexión Wi-Fi, y descargar archivos pesados de video o música en pocos segundos.

El ancho de banda de esta tecnología permitirá dar prioridad en horas pico tanto a transmisión de voz como de datos, a diferencia de 3G, que en dichos períodos da prioridad a la voz, por lo que cuando un usuario desea reproducir un video  tarda mucho tiempo.

Para las operadoras, LTE ampliará sus portafolios de servicios y facilitará la integración de redes con el fin de brindar mayor movilidad a los usuarios, además de reducir el consumo de energía y los costos de operación. Con ello, la expectativa es que se posicione como la tecnología dominante en la próxima década.

LTE puede funcionar sobre bandas de frecuencia nuevas y ya existentes. También soporta las modalidades de decodificación FDD y TDD actuales, lo cual la hace más transportable y permite una mayor seguridad de datos.

La iniciativa One Voice

Un grupo de empresas del sector telecomunicaciones -entre las que se encuentran operadoras como AT&T, Telefonica, Verizon y Vodafone, así como los fabricantes Alcatel-Lucent, Ericsson, Nokia, Samsung y Sony Ericsson-  elaboró una disposición técnica para los servicios vía LTE.

Conocida como “One Voice”, la iniciativa tiene como objetivo lograr un acuerdo en la industria para implantar de manera armónica servicios de voz y datos sobre LTE con los estándares existentes. El documento define de manera óptima las funcionalidades que pueden utilizar los proveedores de redes y servicio, así como los fabricantes de teléfonos móviles, para ofrecer soluciones LTE compatibles. Esto abre el camino a la convergencia de servicios, tanto en redes fijas de banda ancha como en redes inalámbricas LTE.

Con esta iniciativa se busca que la industria garantice la interoperatividad y la continuidad de servicios como el roaming internacional, al tiempo de ofrecer a las operadoras una transición fluida y probada hacia la tecnología LTE, en colaboración con los proveedores de redes y fabricantes de dispositivos.

Como vemos, aún falta camino para hacer realidad la llegada de esta tecnología a México. A nivel mundial el avance tecnológico es vertiginoso y el país aún no cuenta con la infraestructura ni la base legal para adaptarlo formalmente. Un reto más para la apremiante necesidad de reducir la brecha digital en los países latinoamericanos.