La transformación digital, que se refiere al proceso que llevan las organizaciones para implementar las nuevas tecnologías, ha evolucionado hacia un concepto denominado como reinvención digital.
El concepto, según explica Eduardo Gutiérrez, director general de IBM México, consiste en la capacidad de aprovechar estas tecnologías –inteligencia artificial, cómputo cognitivo, analítica avanzada, data science y blockchain– como habilitadores de procesos ágiles, escalables y con la habilidad de reaccionar a los cambios del mercado.
El reto para las compañías es combinar dichas tecnologías en su proceso de reinvención hacia negocios digitales.
El directivo agrega que la reinvención digital toca tanto al front como al back office, ya que implica una transformación profunda tanto en la tecnología como en la interacción con los clientes, en procesos transversales que impactan a todo el negocio.
En este ecosistema, los datos se convierten en el ‘oro negro’ de las organizaciones, justo en el momento en que se transforman en información que aporta valor.
Según IBM, sólo el 2% de todos los datos que poseen las empresas representan hasta el 70% del valor de sus activos.
Y a pesar de que el 71% tiene un plan para construir una visión basada en el manejo de los datos, actualmente solo el 15% de las organizaciones ya obtiene lo que realmente necesita de sus datos.
Inteligencia artificial
Por su parte, Baltazar Rodríguez, Technology Evangelist en IBM, afirma que ‘lo importante no es la tecnología, sino detectar el valor del negocio’.
‘Se trata de alejarnos del producto y ver la experiencia del usuario, quién lo consume, por qué y si estamos resolviendo una necesidad’.
‘Estamos hiperconectados todo el día –queramos o no–, y eso genera una nube tremenda de datos explotables y permite crear predicciones; y con la inteligencia artificial es posible hacer modelos personalizados de consumo, entender los patrones y descubrir una nueva fuente de negocio’.
Sin miedo a la IA
En cuanto a la preocupación de los empleados de que la automatización elimine puestos de trabajo, Baltazar Rodríguez afirma que ‘no se trata de sustituir, sino de ampliar las capacidades de las personas’.
Existe una gran cantidad de temores (la mayoría sin fundamento) alrededor de la inteligencia artificial:
- La singularidad y el dominio de las máquinas
- La pérdida de trabajo por la automatización
- Qué tan justas pueden ser las máquinas si son el resultado del actuar humano
Ante ello, Baltazar Rodríguez expone algunos ejemplos de la manera en que la inteligencia artificial puede transformar nuestras vidas, y cómo en algunos casos ya la utilizamos (sin darnos cuenta):
- Detección y prevención de la depresión y la psicosis
- Mejoras en los procesos de diagnóstico clínico
- Reducción de los gastos de mantenimiento y operación de diversas industrias
- Acciones de prevención en la lucha contra la contaminación de los mares
- Reducción del desperdicio en la cadena de producción de alimentos
- Plataformas como Netflix, haciendo recomendaciones basadas en nuestro historial
- Waze, sugiriendo las rutas óptimas en nuestros traslados
- Coches autónomos que reaccionan a las condiciones cambiantes
Por lo tanto, ha llegado el momento de que ‘pongamos la inteligencia artificial a trabajar para lograr un impacto social’, sentencia el especialista.
La nube: el gran habilitador
A pesar de todas las bondades que estas nuevas tecnologías pueden aportar a los negocios, es indispensable contar con entes dispuestos y que tengan la capacidad de adaptarse al cambio dentro de las organizaciones.
Eduardo Gutiérrez explica que la nube va más allá de la reducción de gastos: posibilita, aporta movilidad, permite explotar los datos, operar fuera de un modelo on premise y conocer mejor al cliente.
Para ello, las organizaciones requieren de un entorno cloud abierto, seguro, híbrido, multicloud y con capacidad de manejo de las diferentes nubes de otros proveedores.
Según cifras de una encuesta de IBM, menos del 20% de las cargas de trabajo empresariales ya se han trasladado a la nube, lo que hace evidente que aún falta un largo camino por recorrer.
Además, el 85% de las empresas encuestadas ya operan en entornos de multicloud y el 98% de las organizaciones planean utilizar modelos híbridos de multinube dentro de 3 años.
La ciberseguridad es un desafío universal
Actualmente, es necesario dar seguridad a más de 20.8 mil millones de ‘objetos’ conectados, en un universo en el que 5 mil millones de datos personales son robados y las pérdidas por el cibercrimen alcanzarán los 6 billones de dólares en los próximos dos años.
Juan Francisco García, director de la unidad Security en IBM, destaca que las principales causas de los ciberataques se deben a errores humanos y a la vulnerabilidad tecnológica. Además, la mayoría de los problemas son consecuencia de fallas de configuración.
Datos de IBM revelan que la industria financiera se mantuvo como la más atacada de 2018, con un 19% de todos los ataques observados por X-Force IRIS.
En segundo lugar se ubicó la industria de Transporte, con el 13% de los ataques detectados, seguida de los Servicios profesionales (12%), Retail (11%), y Manufactura, que cayó al quinto puesto (10%) en 2018.
Les siguen otros sectores como: Gobierno (8%), Salud (6%), Educación (6%) y Energía (6%).
Finalmente, los costos generados por la violación de datos representan un promedio 3.86 millones de dólares, mientras que el tiempo promedio para identificar y contener una infracción se extiende hasta 266 días, con un costo promedio de un registro perdido o robado de 148 dólares.
‘El dilema no es entender la tecnología, sino comprender los problemas que queremos resolver’, concluye Baltazar Rodríguez.