La tecnología pone por delante la salud, con wearables cada vez más cercanos al cuerpo, más pequeños y funcionales.
Apple
La compañía ha logrado que sus auriculares AirPods se hayan convertido en un producto de referencia de sus clientes y lo ha logrado con Siri, el asistente de voz basado en inteligencia artificial.
Se rumora que a corto plazo los AirPods contarán con sensores que midan parámetros relacionados con la salud sin necesidad de usar otros dispositivos.
Su evolución está directamente relacionada con la mejora de la eficacia de los asistentes virtuales, con los que todavía hay problemas evidentes de comunicación.
El principal ingrediente del Apple Watch es la salud. A Apple casi siempre le salen bien las apuestas con su particular habilidad de saber predecir qué es lo siguiente que querrá el mercado.
El reloj inteligente de la compañía de la manzana es un sensacional exponente de ello y poco a poco se ha consolidado como líder en solitario en este cotizado segmento.
En su última apuesta, el fabricante lo dotó de una pantalla permanentemente encendida, con un nuevo sistema operativo WatchOS que se dirige hacia una desconexión cada vez mayor del iPhone, para convertirse en una terminal autónoma centrada fundamentalmente en el ámbito de la salud y como alternativa cercana a la pantalla móvil.
Amazon
Esta compañía sabe que en un futuro no lejano la pantalla del móvil será sustituida por otra forma de relación con la máquina, y la más evidente es la voz.
Al igual que Apple, Amazon pretende lograr que Alexa, su asistente virtual, rodee al usuario en todo momento, y buena parte de ello es el constante lanzamiento de altavoces y pequeños dispositivos cada vez más asequibles, que permiten que el usuario solamente diga ‘Alexa’, acompañado de un comando.
Amazon quiere acercar al usuario más que nunca a la asistente, y recientemente presentó auriculares inalámbricos, lentes y hasta un anillo que dan acceso a Alexa en cualquier situación, incluyendo la salud.
Oura
La salud es, sin duda, uno de los más sólidos argumentos de venta de los dispositivos de tecnología que se lleva puesta.
En este sentido, el anillo Oura, es un pequeño aparato que tiene ambiciones más concretas en el ámbito de la salud.
El anillo mide la actividad física de su portador, como lo haría cualquier otro wearable, pero incorpora un ingrediente adicional que está seduciendo a las personas: es capaz de medir el estrés de su poseedor.
Este registro es posible gracias a un algoritmo que, basado en la información obtenida por el anillo, es capaz de determinar el nivel de relajación o estrés del usuario.
