Las grandes tecnológicas como Alphabet, Amazon, Meta Platforms y Apple deben decidir el tipo de relación que quieren tener con sus supervisores europeos: una dinámica de confrontación o un enfoque más colaborativo, dijo Gerard De Graaf, un alto funcionario de la Unión Europea.
‘Preferimos que el desafío sea la excepción, en lugar de convertirse en una nueva regla’, agregó.
El directivo, quien asumió su nuevo cargo en septiembre, aseguró que no planea ser el policía sobre el terreno de Europa en San Francisco. En cambio, espera desempeñar un papel diplomático, ayudando a crear relaciones sustantivas con los ejecutivos de la industria tecnológica, los defensores de los consumidores y los funcionarios estatales mientras revisan el amplio conjunto de nuevas reglas de la UE.
Una de las tareas principales será ayudar a guiar a las empresas a través de las preguntas que tengan sobre cómo cumplir con la de DME y la DSA.
De Graaf dijo que ha habido un gran interés por parte de las empresas tecnológicas y los grupos de la sociedad civil en la nueva oficina de la UE en California, y que ya ha participado en una gran cantidad de reuniones con representantes de empresas y organizaciones sin fines de lucro.
La oficina planea organizar seminarios, paneles y otros eventos para ayudar a educar a la industria tecnológica sobre sus nuevas obligaciones regulatorias, así como para fomentar una mejor comunicación con los funcionarios de la UE.
Las compañías tecnológicas más grandes se han quejado que la DMR y la DSA están escritas de manera vaga y son demasiado onerosas, diciendo que las leyes establecen una serie de ‘hacer’ y ‘no hacer’ sin mucha explicación sobre cómo deben implementar los cambios.