Después del Apple Watch, los AirPods son el segundo wearable de Apple, y funcionan sólo con gestos y voz.
Sin embargo su integración con Siri y el desarrollo de este asistente virtual de manera íntegra en la nube, hace innecesario el teléfono como intermediario, dando así inicio a una nueva integración entre humanos y máquinas.
Este nuevo wearable, integrado en el cuerpo de manera natural, con las manos y la vista libres, da inicio a una inusitada forma de interactuar entre las personas y su entorno, ampliando así el espectro de la inteligencia artificial.
Hay un momento relevante en el uso de los AirPods: cuando se conectan al teléfono, basta con acercar la funda al iPhone para que en la pantalla aparezca un menú que sirve para confirmar que queremos usarlos.
Enseguida se indica el nivel de carga de la batería de los AirPods y la restante que los protege y recarga. Una pequeña luz dentro de la cápsula señala si es necesario llenar la batería. El mismo cable de carga del teléfono sirve para ello.
Ante este acontecimiento, la compra de Beats –la compañía de audífonos– justifica la inversión de 3,000 millones de dólares que realizó Apple.
El chip W1 es parte de la magia de estos dispositivos, son los más pequeños cerebros que van estar en nuestro oído.
Con información de El País