Un nuevo estudio de Veritas respecto a la protección y el manejo de datos –aplicado a 1,000 consumidores mexicanos de 18 años en adelante–, refleja el estado del país en relación con la cultura y el manejo de la información.
De acuerdo con su directora general Maricarmen Ballesteros, la investigación muestra la relevancia que está teniendo en México el hecho de que las empresas y los consumidores entiendan en dónde están alojados sus datos.
El ‘Estudio de Consumidores de Privacidad de Datos Mundiales Veritas 2018’ encontró que 1 de cada 5 (31.5%) de los consumidores cree que la mayoría de las empresas no sabe cómo proteger sus datos personales.
Consumidores más informados y exigentes
Los consumidores actuales están dispuestos a dejar de utilizar servicios, aplicaciones, e incluso a no trabajar con cierto tipo de empresas si no tienen claridad en cómo se está manejando su información, dice Ballesteros.
El 38.4% de los encuestados a nivel global dejaría de comprar en una empresa que no proteja sus datos, mientras que el 50.4% rompería su lealtad hacia una marca y consideraría recurrir a un competidor. Incluso, 8 de cada 10 (77.1%) pediría a sus amigos y familiares que boicotearan a una organización.
Según el estudio, al menos un tercio de los consumidores estarían de acuerdo en revisar y evaluar claramente cómo se está manejando su información en esta nueva era digital.
‘Estamos en un ciclo, aprendiendo y teniendo una mejor cultura hacia el manejo de datos: en dónde se almacenan y quién más los pueden ver’, apunta Ballesteros.
Por otra parte, los encuestados también aseguran que, si existe alguna situación o peligro en cómo se está manejando su información privada, también accederían a buscar organizaciones que les permitan tener los derechos y poder revisar a este tipo de empresas.
Incluso, los consumidores estarían dispuestos a pagar un 25% adicional sobre el costo del producto que requieren, siempre y cuando estén de acuerdo con la manera en la que se está manejando su información.
Finalmente, el estudio permitió definir los principales datos que los consumidores no estarían dispuestos a compartir:
- Finanzas personales (ingresos, hipoteca): 68%
- Ubicación: 55.7%
- Hábitos en línea: 41%
- Detalles sobre la salud/registros médicos: 21.5%
- Orientación sexual: 12.5%
- Preferencias religiosas: 15.3%
Visión de 360 grados
Ante este panorama, las empresas están poniendo un mayor foco en cómo se manejan los datos: en donde están alojados o si se pueden hacer portables.
En muchos casos, a las empresas que manejan una enorme cantidad de información les está resultando más complicado migrar hacia un mundo digital, y ‘ahí es donde entra Veritas, para ayudarles a gestionar sus datos de manera eficiente’, asegura Ballesteros.
Veritas apoya a las organizaciones a tener una portabilidad entre nubes, contar con una protección adecuada para mover datos de una nube a otra y a darle continuidad al negocio, asegura la ejecutiva.
Así, las empresas pueden obtener el llamado ‘dato oscuro‘: el que va a permitir, desde la parte no estructurada, generar información y conectarse con nuevas tecnologías como big data o Internet de las cosas, teniendo desde la base la información correcta.
Esta gestión adecuada de los datos puede incluso traducirse en ahorros para las empresas y ayudarles a enfocar sus inversiones en otro tipo de negocios que les permitan ser más competitivas.
360º Data Management es la oferta de Veritas que entrega una visión completa de dónde se aloja toda la información, a entender cómo hacerla portable y protegerla, y a dar continuidad al negocio ante algún desastre.
Además, con esta visibilidad de 360 grados, las empresas pueden entender cómo subir y bajar datos entre nubes de manera segura, atendiendo a las nuevas regulaciones en dicha materia.
Según la directiva, la oferta de 360 grados abarca: visibilidad, protección, almacenamiento, escalabilidad y manejo entre diferentes tipos de nubes.
‘Los datos son el activo digital más importante para las empresas; sin ellos no podremos avanzar al siguiente paso de la evolución tecnológica’, concluye Ballesteros.
