Dentro de la enorme variedad de sectores donde el uso de los drones puede aplicarse en un futuro inmediato, están la construcción y la agricultura encabezando la lista.
Los drones, vehículos aéreos no tripulados capaces de mantener de manera autonomía en nivel de vuelo controlado y sostenido, son propulsados por un motor de explosión, y son también reutilizables.
Particularmente en el sector de la construcción, Goldman Sachs encuentra importantes aplicaciones en la topografía y cartografía de las obras de construcción. Tal es el caso de estos aviones no tripulados que por lo general pueden acortar el largo proceso mediante la producción de representaciones 3D.
De hecho, empresas de construcción japonesas como Komatsu Limited están utilizando estas naves para reducir en un 98% el tiempo dedicado a la topografía.
El mismo Goldman Sachs estima que el gasto total de aviones no tripulados en el mercado comercial será de 100,000 millones de dólares en los próximos cinco años, de los cuales alrededor de 11.2 mil millones de dólares serán generados por la industria de la construcción.
Dentro de Estados Unidos, la agricultura será el sector que más ampliamente utilice estas naves no tripuladas.
De hecho, actualmente se encuentran estos aviones en granjas para monitorear las condiciones del cultivo e identificar áreas potencialmente problemáticas, mediante el uso de cámaras térmicas montadas en las naves, ‘lo cual es importante ya que los cultivos pueden variar en diferentes etapas en el periodo de crecimiento, y ello puede tener un impacto grave si no se detecta a tiempo’, según indica el informe de Goldman Sachs.
El mismo reporte indica que ‘debido al riesgo inherente de operaciones cerca de la gente y la falta de claridad regulatoria, pensamos que las aplicaciones de entrega de paquetería se enfrentarán a obstáculos normativos y tecnológicos significativos’.
Con información de MarketWatch