Al multimillonario boliviano-estadounidense Marcelo Claure le resulta incómodo ser mayormente reconocido por sus lazos con WeWork, la startup que sufrió un colapso espectacular después de haber alcanzado una valoración de 47,000 millones de dólares.
Claure supervisó la reestructuración del negocio, implementando recortes de costos y reduciendo su alcance, mientras expresaba plena confianza en su recuperación.
Sin embargo, la pandemia infligió el golpe final, ya que la empresa continuó perdiendo miles de millones de dólares, incluso al momento de su cotización a través de SPAC a finales de 2021.
Actualmente está forjando su propio imperio de inversiones, aprendiendo de los errores de su jefe en SoftBank, Masayoshi Son, y su estilo grandilocuente recuerda a su antiguo empleador.
Aunque Claure dejó SoftBank en 2022 y WeWork se declaró en quiebra el año pasado, el drama en torno a la startup no ha desaparecido. A principios de este mes, su fundador, Adam Neuman, sugirió que podría ser un posible postor por su antigua empresa destrozada.
‘Sigue siendo un tema recurrente que en realidad no controlamos nada’, comentó Claure sobre sus inversiones en todo el mundo y en diversas industrias. ‘Esta es la parte más exitosa de mi vida, cuando tengo la libertad de hacer lo que deseo con quien desee’.