Con la asistencia del aprendizaje automático, la tecnología Quest, de Meta, combina la realidad virtual con la inteligencia artificial, logrando predecir con precisión la altura, el peso, la edad y el estado civil, en la mayoría de los casos.
En un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California, Berkeley, lograron elegir a una sola persona entre más de 50,000 usuarios de realidad virtual, con una precisión de más del 94%.
El trabajo expone cómo se podría utilizar la inteligencia artificial para obtener datos personales sin que los usuarios tengan que revelarlos directamente.
Este resultado fue alcanzado después de analizar solo 200 segundos de datos de movimiento. En un segundo estudio, los investigadores calcularon la altura, el peso, el tamaño del pie y el país de una persona con una precisión de más del 80%, utilizando datos de 1,000 personas que jugaban al popular juego de realidad virtual Beat Saber.
Incluso se pudo identificar información personal, como el estado civil, el estado laboral y el origen étnico, con una precisión superior al 70%.
Los investigadores utilizaron un modelo de aprendizaje automático para analizar los datos cargados en los visores de realidad virtual, como los movimientos de los ojos o las manos.
‘Los datos más fáciles para el modelo son la edad, el género, el origen étnico y el país’, dijo el investigador principal, Vivek Nair, en UC Berkeley.
Por ejemplo, el modelo podría adivinar la edad de alguien en función de la rapidez con la que alcanza un objetivo virtual. Tener un tiempo de reacción más rápido se correlaciona con tener una mejor vista y ser más joven. Pero incluso se pueden adivinar cosas como el nivel de ingresos, el estado de discapacidad, el estado de salud e incluso preferencias políticas, informó.
Los visores de realidad virtual capturan datos que no estarían disponibles a través de un sitio web o una aplicación tradicionales, como la mirada, el lenguaje corporal, las proporciones corporales y las expresiones faciales de un usuario, dijo Jay Stanley, analista principal de políticas de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles. ‘Esto plantea una serie de problemas de privacidad que, además, intensifica’.
Meta, que obtiene la mayor parte de sus ingresos de la publicidad basada en los datos de los usuarios, ha estado confiando en el aprendizaje automático para llenar los vacíos en su conocimiento sobre las personas, aunque no está claro cuántos datos de realidad virtual están involucrados en esta mezcla.
Dado que los auriculares VR necesitan recopilar datos como los movimientos de los ojos y las manos para funcionar, los controles de privacidad son mucho más difíciles de construir para sitios web o aplicaciones.
Existen algunas formas, como cifrar la información recopilada por los auriculares o limitar la cantidad de datos almacenados, según Stanley. Sin embargo, las empresas que fabrican estos auriculares también ‘tienen incentivos para recopilar información sobre las personas con fines de marketing’, agregó.
‘Las brechas de conocimiento son demasiado grandes, y la tecnología avanza demasiado rápido’, concluyó Stanley.