Desde que el COVID-19 llegó a América Latina, los gobiernos de varios países de la región implementaron drones para ayudar a controlar la pandemia y evitar que el virus se continúe propagando.
Los drones están siendo utilizados en diversas tareas, que van desde el monitoreo de ciudades y el tráfico hasta transmitir mensajes a la población sobre la importancia de mantener distancia entre las personas y evitar conglomeraciones.
En este sentido, la compañía china DJI ha dado su apoyo con drones para combatir esta crisis.
En México, las autoridades estatales y municipales han puesto en marcha operativos apoyados por drones para el monitoreo de áreas públicas y la radiotransmisión de las medidas sanitarias recomendadas.
En concreto, en las ciudades y municipios de Jojutla, Atizapán, Puebla, Quintana Roo, y otros, han integrado equipos como el Mavic 2 Enterprise con altavoces para difundir mensajes como: ‘Quédate en casa’, ‘Lávate las manos frecuentemente’, entre otros.
Otro ejemplo del aprovechamiento de los drones para combatir el COVID-19 ocurre en Argentina, donde se llevan a cabo tareas de topografía y mapeo utilizando estos aparatos.
El Phantom 4 Pro se ha utilizado para hacer levantamientos topográficos y generar mapas digitales para la planificación de la construcción de 11 hospitales modulares. A pocas horas de la realización de los levantamientos, todas las entidades involucradas en el proyecto tenían la información necesaria para comenzar el proyecto.
En Colombia, la policía dispone de modelos como el Inspire 1, Matrice 200 Series y Mavic 2 Enterprise para ayudar en las tareas de contención del virus. Con ellos, monitorea las áreas públicas y utiliza altavoces para informar a la población sobre las nuevas normas.
En Paraguay, el Ministerio de Interior está utilizando el modelo Mavic 2 Enterprise para comunicar las medidas de precaución a los ciudadanos que acuden a abastecerse en supermercados y centros comerciales.
La tecnología que aportan los drones ha dado las herramientas necesarias para que las autoridades en cada país puedan mantener el orden público de manera eficiente y minimizar los riesgos.