México presentó el proyecto de Olinia, la primera armadora mexicana enfocada en la producción de minivehículos eléctricos.
La iniciativa planea fabricar tres modelos accesibles, con precios estimados entre 90,000 y 150,000 pesos, y se espera que esté plenamente operativa antes de 2030.
La empresa combinará capital público y privado para desarrollar vehículos diseñados específicamente para la movilidad urbana.
Roberto Capuano, encargado del proyecto, explicó que los modelos incluirán un minivehículo de movilidad personal, otro para trayectos cortos dentro de barrios, y uno más enfocado en la entrega de mercancías de última milla.
El primer modelo se lanzará en 2026, coincidiendo con la inauguración del Mundial de futbol en el Estadio Azteca. Desde hace tres meses, investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y del Tecnológico Nacional de México trabajan en el diseño, con un presupuesto inicial de 25 millones de pesos asignado para este año.
Capuano destacó que la idea surge al considerar que el 70% de la población mexicana es urbana, y el 80% de estas personas tiene necesidades de movilidad diaria menores a 30 kilómetros, lo que convierte a los minivehículos en una solución eficiente y sostenible.
El proyecto busca fortalecer la industria automotriz, que aporta cerca del 4% del PIB nacional y el 20.5% del PIB manufacturero, superando a cualquier otro sector. Según Capuano, los minivehículos eléctricos tienen un gran potencial en México, tomando como referencia el crecimiento de su demanda en países como China e India, donde en 2023 se vendieron más de 1.3 millones de unidades.
Además de fabricar minivehículos, la iniciativa busca fomentar la transferencia tecnológica desde instituciones académicas hacia la creación de empresas mediante asociaciones público-privadas. Parte de las ganancias se destinará a la promoción de la ciencia y la innovación.
Según Rosaura Ruiz Gutiérrez, secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, los vehículos estarán diseñados para ser eléctricos, económicos y óptimos para la movilidad urbana, contribuyendo a la transición energética y la sostenibilidad al reducir las emisiones de combustibles fósiles. El diseño compacto de los vehículos también optimizará el uso del espacio en las ciudades mexicanas.