Microsoft anunció hoy que instaló un centro de datos en el mar frente a las islas de Orkney, en el noreste de Escocia, con la intención de saber si esto puede mejorar la eficiencia energética de sus sistemas.
El data center, compuesto por un gran cilindro blanco, podría permanecer en el fondo del mar hasta cinco años para estudiar el costo de enfriar los sistemas.
De acuerdo con los expertos de la compañía, el costo de esta práctica se reducirá considerablemente al colocarlos bajo el agua.
La iniciativa, conocida como Proyect Natick, cuenta con una red de computadoras que está alimentada por un cable submarino que le aporta energía y lleva sus datos hasta la costa y hacia Internet.
Una de sus desventajas es que si las computadoras que lo componen se rompen, no pueden repararse, aunque los expertos calculan que la tasa de problemas técnicos que registren estas computadoras será menor a la que se produce en tierra.
Se trata de un pequeño centro de datos en comparación con los que actualmente albergan gran parte de la información mundial, un total de 12 servidores con espacio suficiente para almacenar cinco millones de películas.
El primer centro experimental de datos subacuáticos, que Microsoft hundió durante cinco meses en 2015, recibió el nombre de Leona Philpot en honor al personaje de un juego Xbox.
Si las previsiones se cumplen y Project Natick demuestra ser un éxito, la compañía estadounidense prevé hundir grupos de cinco de estos cilindros y poder desplegar un centro de datos en el mar en 90 días, una práctica que de realizarse en tierra tardaría años.