Por Sergio Villarruel, Director General de Fiserv en México
Los pagos contactless o sin contacto llegaron para quedarse. De acuerdo con el reporte Latin America Payments 6 Megatrends for 2021 de la consultora Americas Market Intelligence (AMI), los cobros sin contacto avanzan significativamente en el mercado latinaomericano.
La AMI señala que en el caso de México la penetración de pagos presenciales en la modalidad contactless aumentó en 5% durante 2020, lo que representó un total de 3.4 mil millones de dólares en transacciones.
Y es que una vez que los consumidores tienen su primera experiencia con esta tecnología, se convierte en parte de su rutina de pagos porque ofrece comodidad y facilidad de uso.
Es un período decisivo para la consolidación de los pagos sin contacto. El que los emisores de tarjetas y procesadores de pago puedan brindar un servicio contactless que permita a las personas de todas las edades independizarse de manera progresiva del efectivo, es un factor competitivo que los puede mantener a la vanguardia.
El auge de la tecnología alternativa de pagos siempre es acompañado con nuevos desafíos. En el caso de los pagos sin contacto, uno de los retos a los que se enfrenta esta tendencia es el de la percepción colectiva de la inseguridad, principalmente relacionada con mitos de fraude o con el temor de ser robado con tan solo el acercamiento de una persona al teléfono.
La verdad es que los pagos contactless son igual de seguros que cualquier otro método. Los métodos contactless operan con tecnología Near Field Communication (NFC), es decir, transmisión inalámbrica de datos. Durante la transacción inalámbrica, la información sensible de los cuentahabientes viaja ya encriptada y el pago se realiza en segundos, lo que disminuye las posibilidades de un acto delictivo.
Los bancos son activos en implementar nuevos sistemas de protección en pagos sin contacto. Sin embargo, no deben ser sólo ellos los que impulsen medios de pago contactless seguros, ya que otras entidades financieras pueden igualar las condiciones de seguridad de un banco fácilmente a través de socios de tecnología financiera.
Los sistemas de seguridad en pagos de dichos proveedores pueden estar al mismo nivel que el de los bancos, y estar disponibles para que cualquier entidad financiera pueda implementarlos. El que nuevos jugadores del sector como fintechs o neobancos accedan a esta tecnología y la implementen contribuye a que más usuarios confíen en utilizar dichos métodos.
El visto bueno y consecuente uso de la población de las alternativas de pagos, pueden contribuir a la disminución de delitos. A finales del 2021 la Asociación de Bancos de México (ABM) resaltó que de enero a agosto del año pasado los fraudes cayeron en un 7% gracias a la adopción de los pagos digitales.
La idea errónea de que los pagos sin contacto son inseguros es un impedimento para el crecimiento y expansión de los mismos. Además de derribar mitos, el desarrollo de instituciones bancarias y financieras con una firme capacidad de seguridad digital también suma a que México se ponga al corriente con una tendencia de pagos que va en ascenso regional y globalmente.