Mitsubishi Electric se enfrenta a desafíos para satisfacer la creciente demanda mundial de componentes ópticos, esenciales en los centros de datos que soportan la inteligencia artificial.
Con sede en Tokio y especializada en automatización industrial, la empresa es un proveedor clave de dispositivos de comunicación por fibra óptica, fundamentales para la interconexión de servidores.
El creciente uso de la inteligencia artificial, que requiere cálculos de alta velocidad y gran volumen, está impulsando las ventas de los dispositivos de Mitsubishi Electric, reconocidos por su eficiencia energética y baja emisión de calor, según explica Masayoshi Takemi, ejecutivo responsable del negocio de semiconductores de la empresa.
El próximo mes, la compañía planea aumentar su capacidad de producción de dispositivos ópticos en un 50% en comparación con el año pasado. Sin embargo, Takemi menciona que esto podría no ser suficiente para satisfacer el alto nivel de solicitudes actuales, lo que podría requerir una duplicación de la capacidad para septiembre.
Mitsubishi Electric controla casi la mitad del mercado mundial de dispositivos de transmisión óptica en centros de datos, en gran parte gracias a sus diodos láser modulados por absorción electroóptica, que equilibran de manera efectiva la velocidad y la potencia.
Takemi también indica que la mayoría de los principales hiperescalares de Estados Unidos, como Amazon, Microsoft, Alphabet, Meta Platforms y Apple, son clientes de Mitsubishi Electric, aunque prefirió no revelar nombres específicos.
Los centros de datos de próxima generación ya están operando a velocidades de 800 gigabits por segundo, superando los niveles anteriores de 400 gigabits por segundo, según datos de LightCounting, una firma de investigación de mercado en comunicaciones ópticas.
En cuanto al sector de chips de potencia en Japón, donde Mitsubishi Electric compite con empresas como Rohm y Toshiba, Takemi no ve una necesidad urgente de consolidación. Por otro lado, China está aumentando la producción de estos chips y ofreciendo importantes subsidios para fortalecer su autosuficiencia tecnológica.
Japón también ha incrementado su apoyo para aumentar la producción de estos chips, pero existe preocupación de que el país pueda quedarse rezagado en un mercado cada vez más fragmentado.