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Movistar impugnaría baja en tarifas de interconexión

Telefónica Movistar analiza la posibilidad de impugnar la resolución de la Cofetel que reduce las tarifas de interconexión entre Telefónica y Axtel.

“Aun no hemos definido qué tipo de recurso vamos a utilizar, La Ley nos da 15 días hábiles entonces aún nos queda tiempo y están abiertos distintos medios de impugnación”, dijo Jorge Arreola, director de asuntos regulatorios de Telefónica.

Por su parte, Daniel Bernal, coordinador de asuntos regulatorios de Telcel dijo que la empresa está de acuerdo la reducción de tarifas de interconexión pero de forma paulatina, “siempre y cuando inicie a partir del modelo de costos”.

“Tan es así que Telcel ha sido parte del acuerdo de industria que arrancó desde el 2005 y en el que se han venido haciendo reducciones graduales pero son reducciones que de alguna manera van contemplando también el crecimiento de las redes y que van generando beneficios”, explicó Bernal.

Recientemente la Cofetel resolvió una reducción de 54% la tarifa de terminación de llamada móvil entre Axtel y Telefónica para el periodo 2008-2011.

Incluso Nextel propuso un reducción de hasta 50% en las tarifas de interconexión, que según cálculos de la telefónica, generaría ahorros para los usuarios de 34.5% en telefonía móvil y 13% en fija, además de promover las inversiones y la penetración de los servicios.

“Las tarifas de interconexión deben estar orientadas a costos para evitar que se usen anticompetitivamente”, dijo Gustavo Cantú, vicepresidente Corporativo de Nextel México.

José Luis Peralta y Gonzalo Martínez Pous, ambos comisionados de la Cofetel coincidieron en que eliminar el redondeo para pasar a un esquema de cobro por segundo en la interconexión debe implicar beneficios para los usuarios, además de mejorar la competencia y servicio.

Martínez Pous aseguró que el modelo de costos de interconexión utilizado para resolver el desacuerdo entre Axtel y Telefónica representa una señal positiva de reducción de tarifas para llamadas de teléfonos fijos a celulares.

Fuente: El Economista