Estamos en un mundo cada día más conectado, donde la variedad de soportes, las formas de acceso a la información, la explosión de las redes sociales y la movilidad han logrado revolucionar nuestras vidas. Internet ha penetrado en nuestro mundo cotidiano, pero de forma paralela, ha surgido un fenómeno que va en aumento: el crimen cibernético.
Cada vez es más frecuente escuchar de redes de bots o de filtraciones de datos de millones de usuarios, por lo que es importante hacer conciencia de que la seguridad de nuestra vida digital enfrenta a un conjunto de nuevas amenazas que han llegado para quedarse.
Las amenazas que asolan la red se cuentan ahora por millares y los ciberataques se distinguen por ser muy preparados y sofisticados o por usar herramientas de ingeniería social para lograr sus fines. En este contexto, acontecimientos de relevancia mundial como grandes eventos deportivos o mediáticos se sitúan en el punto de mira de los delincuentes cibernéticos, ya que los aficionados recurren más que nunca a la red en busca de datos, videos, páginas donde realizar apuestas, etc., y los riesgos para la seguridad se multiplican.
Los eventos mediáticos relevantes provocan que la cantidad de malware que circula por la red crezca exponencialmente. Ejemplos como el spam, falsas páginas de apuestas, enlaces que conducen directamente a sitios web peligrosos o archivos que al descargarse pueden infectar nuestros ordenadores son sólo algunas de las trampas habituales. En cuanto a redes sociales, los perfiles falsos de personas o empresas relacionadas pueden ser otras de las herramientas utilizadas por los hackers.
El Mundial de Fútbol de Brasil es un claro ejemplo de todo esto. Las apuestas por Internet se multiplican exponencialmente así como la venta de entradas y el seguimiento en redes sociales. La derrota de España en su partido debut frente a Holanda arrojó en poco menos de dos horas más de ocho millones de tuits una actividad frenética demoledora.
Toda esta actividad es una oportunidad para los delincuentes cibernéticos de multiplicar las trampas en la red con un objetivo principal: obtener datos y cometer fraudes, por lo que es esencial no bajar la guardia y no caer en el señuelo de visitar sitios web o descargar archivos de fuentes poco fiables. Pero, ¿quién es capaz de abstenerse al recibir un archivo que dice contener las faltas que no se vieron durante un partido o el penal decisivo que pasó por alto el árbitro?
Ante todas estas circunstancias de riesgo para la seguridad de nuestros datos y dispositivos, es más importante que nunca adoptar una navegación inteligente sin comprometer la seguridad, mediante estos consejos:
- Configurar la red de forma segura y con contraseñas habilitadas. Si se utiliza un ruteador inalámbrico, cambiar la contraseña que viene por defecto.
- Utilizar un antivirus con licencia y mantenerlo siempre actualizado. Instalar un firewall.
- No abrir correos electrónicos sin conocer la procedencia de los remitentes. Evitarlo especialmente si el asunto va personalizado con nuestro nombre o con algún dato personal o se direcciona directamente a un enlace.
- No descargar archivos sin comprobar las fuentes de procedencia.
- No visitar páginas web ni validarse en ningún sitio web que no se considere 100% seguro. Por ejemplo, al buscar en Google ‘Apuestas Mundial Brasil’, el resultado arrojará cerca de un millón de resultados; muchos de éstos sitios poco fiables.
- Ante un enlace con un contenido excesivamente llamativo o sorprendente puede esconderse un truco de atracción.
- Considerar a los menores un grupo de alto riesgo: activar y configurar el control parental si es posible. Explicar y supervisar los hábitos de navegación a adolescentes y menores que naveguen solos.
- Seguridad desde el móvil: tener en cuenta que todos los sistemas operativos, incluyendo Android, iOS, Blackberry y Windows, suponen sus propios desafíos para la seguridad. Las amenazas pueden provenir de las aplicaciones móviles, los navegadores, un sistema Bluetooth o un punto de acceso WiFi que no sea suficientemente seguro.
- Las redes sociales: la creación de perfiles falsos es una práctica habitual de los delincuentes cibernéticos. Hay que desconfiar de perfiles con un número de amigos o seguidores sospechoso o con nombres fiticios.
- Acudir a las autoridades al descubrir evidencias de una página falsa o suponer ser víctimas de cualquier engaño por Internet.
En definitiva, es imperativo mantenerse alerta ante el auge del crimen cibernético, ser precavido y tener claro que los eventos sociales de gran magnitud son siempre una puerta de entrada para los delincuentes cibernéticos.
Por Vicente Amozurrutia, Director de Check Point Software México