Elon Musk está apostando todo para llevar los robotaxis a las calles, sacrificando el lanzamiento de un automóvil más económico, reestructurando equipos dedicados a otros proyectos y minimizando la preocupación por la desaceleración de las ventas de Tesla.
Cuando el multimillonario finalmente presente los prototipos de taxis autónomos este jueves por la noche, tendrá mucho que demostrar. Ha prometido inaugurar una nueva era en el transporte, donde los Teslas, con asientos vacíos para el conductor, transportarán pasajeros que pagarán por el servicio, generando ingresos para sus propietarios mientras duermen o están en el trabajo.
A pesar de las predicciones prematuras de Musk a lo largo de los años de que los Teslas autónomos estaban a la vuelta de la esquina, los inversionistas han incrementado el valor de las acciones de la compañía en los últimos meses, con la expectativa de un producto que esté realmente listo o muy cerca de estarlo. Cumplir con estas expectativas requerirá planes concretos para superar a competidores como Waymo, respaldado por Alphabet, que ya ofrece viajes sin conductor.
El producto principal será el robotaxi de Tesla, conocido como Cybercab, diseñado específicamente para operar sin conductor humano. Utilizará una combinación de cámaras y potencia de cómputo para navegar por las calles. A diferencia de otros vehículos autónomos, como los de Cruise y Waymo, que usan sensores láser Lidar, Musk ha rechazado esta tecnología por considerarla costosa e innecesaria.
Musk también está enfocado en expandir las capacidades de su robot humanoide, Optimus. Dado el nombre del evento, ‘We, Robot’, se espera que Musk ofrezca una actualización sobre este producto, del cual ha mencionado que se fabricará en cantidades limitadas a partir del próximo año.