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Nanosatélites apuntan hacia la Luna

Los nanosatélites se dirigen hacia la Luna para contribuir a su exploración antes del esperado retorno del ser humano a su superficie

En la última década, los nanosatélites han conquistado la órbita terrestre, desempeñando roles vitales en campos como la agricultura, las comunicaciones y la meteorología.

Ahora, se dirigen hacia la Luna para contribuir a su exploración antes del esperado retorno del ser humano a su superficie.

Empresas y agencias espaciales han apostado por estos pequeños satélites, del tamaño de un microondas, debido a su menor costo y rapidez en la fabricación, para llevar a cabo misiones en órbitas bajas, ubicadas entre 400 y 650 kilómetros de altura. Ahora, están comenzando a explorar su potencial en la exploración lunar.

‘Existe un creciente interés en regresar a la Luna y hacerlo de manera más económica’, explican Miguel Ángel Vázquez y Vicente Díaz, directores generales de la empresa DHV Technology.

Los microsatélites están destinados a ‘democratizar’ el espacio, facilitando el acceso a la Luna con misiones que antes solo estaban al alcance de grandes agencias aeroespaciales debido a sus altos costos. Además, proporcionarán información crucial sobre la topografía lunar, sus cráteres y su delgada atmósfera.

La misión Artemis 1 de la NASA, por ejemplo, desplegó nanosatélites, también conocidos como CubeSats, en la órbita lunar para realizar investigaciones científicas y tecnológicas.

‘Ya se están desarrollando satélites pequeños con misiones específicas que están teniendo un gran éxito’, destaca Vázquez, quien asegura que cada vez más empresas, incluyendo muchas españolas, ven oportunidades de negocio en la exploración espacial.

La economía cislunar, por lo tanto, tiene un largo camino por recorrer, enfatiza Díaz, quien sostiene que los nanosatélites han llegado para quedarse y que su uso en la exploración lunar es solo el comienzo antes de su llegada a Marte.

 

El problema de la basura espacial

La basura espacial es un efecto secundario de los avances en las misiones espaciales: los satélites obsoletos y no controlados están convirtiéndose en un problema para las constelaciones, y tanto los gobiernos como las agencias espaciales están buscando nuevas soluciones para combatir esta forma de contaminación.

Actualmente, se estima que hay más de 13,000 satélites orbitando alrededor de la Tierra, aunque solo unos 8,000 están operativos. A esto se suman millones de desechos espaciales, como herramientas perdidas por astronautas o fragmentos de cohetes, lo que aumenta el riesgo de colisiones.

Como resultado, están causando problemas de congestión y manejo del tráfico satelital cuando dichos dispositivos quedan fuera de servicio.

Ante esta situación, empresas y organismos han propuesto diversas soluciones, como la Agencia Espacial Europea (ESA), que sugiere modificar el diseño de los satélites para que sus componentes se desintegren al ingresar a la atmósfera.

Otras soluciones incluyen mover los objetos inservibles del espacio hasta que reingresen a la atmósfera y prolongar la vida útil de los satélites en desuso.