NEC presentó una tecnología para aprovechar los cables submarinos con sensores sísmicos, lo que podría contribuir a detectar con mucho mayor anticipación un terremoto o tsunami.
La solución se basa en 14,000 kilómetros de cables submarinos por donde transita el 99% del internet y que podrían actuar como redes de conexión a lo largo de todo el subsuelo marítimo para alertar en tiempo real sobre la detección de cualquier movimiento.
A diferencia de algunos sensores sísmicos que se colocan en las costas de los países, los cables submarinos se enlazan entre continentes o países.
Un ejemplo de ello es el cable que conecta el Sureste de Asia con Estados Unidos, que mueve el tráfico de internet desde las Filipinas hasta Hermosa Beach, California, a lo largo de 14,500 kilómetros.
Asimismo, esta tecnología podría permitir el estudio a largo plazo de la actividad sísmica submarina y de los tsunamis, así como establecer una base de datos que permita analizar el acumulado de la información para referencia en un futuro.