Los títulos de Netflix cerraron este jueves en 392.87 dólares por título, cuando en 2012 se cotizaba a 15 dólares, después de haber llegado en torno de los 40 dólares unos meses antes.
Desde entonces, ha experimentado una escalada continua: 19 dólares al inicio de 2013, 52 dólares en 2014, 55 en 2015, 98 dólares en 2016 y 137 dólares al comienzo de 2017.
En la última sesión bursátil del pasado año, el 29 de diciembre, cerró en los 191.96 dólares por acción.
Al término de la jornada del miércoles los títulos se cotizaron en 392.93 dólares, de forma tal que supera un crecimiento de 104% en cinco meses y medio y en los últimos 365 días se ha revalorizado más de un 157%.
Con tales cifras, la compañía se convierte en el valor selectivo S&P 500 que más crece en lo que va del año, seguido de lejos por TripAdvisor (66%), Align (65%) y AMD (62%).
Amazon, que compite en el mercado de visualización en streaming con su Prime Video, crece un 46%.
Goldman Sachs afirma que la compañía puede alcanzar el flujo de caja positivo próximamente, a pesar de unos gastos estimados en 8,000 millones de dólares para 2018 solo por sus contenidos (producirá este año más películas que los cuatro grandes estudios de Hollywood).
El analista que redactó el informe valoró los títulos de la compañía en un precio objetivo de 490 dólares, un 30% encima de la cotización de ese momento.
Sin embargo, la firma estadounidense no se conforma con estos datos. De cara a mejorar las prestaciones al usuario, hace una semana lanzó una actualización de su aplicación para dispositivos móviles en la que se añaden nuevos botones y rediseña el reproductor de video.
Algo realmente notable es que Netflix podría diversificar más el negocio si lleva adelante sus planes de comprar salas de cine para proyectar producciones y que podrían concurrir a premios internacionales.
