El ascenso de Nvidia está cautivando al mercado de valores e impulsando el índice SP 500 a nuevos máximos. Sin embargo, también genera advertencias sobre otro favorito de los inversionistas que se elevó con sueños de una transformación tecnológica solo para volver a tierra cuando las esperanzas se convirtieron en decepción.
Ahora, las acciones de Tesla han bajado más del 50% desde su pico en 2021, y otras acciones de vehículos eléctricos que subieron con él son sombras de lo que eran antes.
Todo esto debería ser aleccionador para los inversionistas de Nvidia que ven las acciones como una apuesta ilimitada en el futuro de la IA. Las acciones de la compañía han subido un 66% este año después de triplicarse en 2023.
‘Hemos visto una y otra vez que cuando los inversionistas se enamoran de la idea de innovación tecnológica del momento, la lógica pasa a un segundo plano’, dijo en una entrevista Adam Sahart, fundador y director ejecutivo de 50 Park Investment. ‘Y cuando la emoción se apodera de nosotros, el cielo es el límite’.
Hay muchas diferencias entre Nvidia y Tesla, desde los productos que fabrican hasta las personalidades de los hombres que dirigen las empresas. Los paralelos son evidentes.
El ascenso de Nvidia, de fabricante de chips de nicho a una de las empresas más grandes del mundo, se basa en la premisa de que su fenomenal crecimiento de ventas durante el año pasado tiene poder de permanencia.
El gran repunte de Tesla, que se produjo en 2020 y situó su valoración muy por encima de los 1.2 billones de dólares, se basó en el supuesto de que los vehículos eléctricos se adoptarían amplia y rápidamente, y que la empresa dominaría ese mercado.
Pero la realidad ha interrumpido esa historia. La demanda de vehículos eléctricos se está desacelerando a medida que la ola de entusiastas primeros usuarios ya los ha comprado, y los consumidores más conscientes de los precios y reacios al cambio están tardando más de lo esperado en adoptar una nueva tecnología.
Como resultado, Tesla ha bajado un 31% desde su máximo reciente en julio pasado, lo que representa uno de los mayores porcentajes de caída en el índice Nasdaq 100 este año.
Para Nvidia, es demasiado temprano en el ciclo para que haya signos de desaceleración. La compañía ha obtenido resultados espectaculares durante cuatro trimestres consecutivos, impulsados por lo que parece ser una demanda insaciable de sus chips utilizados para entrenar grandes modelos de lenguaje que impulsan aplicaciones de inteligencia artificial, como ChatGPT de OpenAI.
Después de más que duplicarse el año pasado, la acción en 2024 vuelve a ser la de mejor desempeño en el índice S&P 500, con un avance del 66%. Su valor de mercado de más de 2 billones de dólares está solo por detrás de dos empresas estadounidenses: Apple y Microsoft.
‘La burbuja existe porque la idea subyacente es real’, afirmó Cole Wilcox, director ejecutivo y gestor de cartera de Longboard Asset Management. ‘Pero el hecho de que la macro ola general sea real no significa que todas estas empresas vayan a resultar buenas inversiones. Tendrás que poder separar a los ganadores de los perdedores’.