La inversión de 13,000 millones de dólares de Microsoft en OpenAI tiene como objetivo evitar una investigación formal por parte de los organismos supervisores de fusiones de la Unión Europea, lo que tranquiliza los rumores sobre una posible ruptura de la relación.
La Comisión Europea ha determinado que la alianza no requiere una investigación formal, ya que no constituye una adquisición y Microsoft no ejerce control sobre la dirección de OpenAI, según fuentes familiarizadas con el tema.
Microsoft se abstuvo de hacer comentarios adicionales, remitiéndose a una declaración anterior en la que afirmaba que su asociación con OpenAI ha ‘promovido una mayor innovación y competencia en IA, al tiempo que preserva la independencia de ambas empresas’.
En el centro de la asociación entre Microsoft y OpenAI se encuentran las enormes cantidades de potencia informática necesarias para mantener el crecimiento mundial de la IA generativa.
La ejecución de sistemas como ChatGPT y Bard de Google ha aumentado la demanda de servicios en la nube y capacidad de procesamiento. OpenAI se ha convertido en un cliente importante del negocio de nube de Microsoft.
Por su parte, los tres principales proveedores de computación en la nube del mundo, Microsoft, Amazon y Google, han invertido activamente en nuevas empresas de IA en los últimos años.
Microsoft también ha estado buscando asociaciones con empresas emergentes de IA, anunciando a principios de este año una asociación de 16 millones de dólares con la empresa tecnológica francesa Mistral AI.
La UE ha indicado que examinará las inversiones de Microsoft como parte de una evaluación más amplia de los riesgos anticompetitivos asociados con la participación de las grandes tecnológicas en tecnologías de inteligencia artificial de próxima generación.