Las firmas tecnológicas aprovechan el gran nicho de mercado de wearables que tienen frente a sí.
Este es el caso Sony, que se suma con su nueva SmartBand 2, una pulsera de monitorización con sensores del ritmo cardiaco y funcionalidades inteligentes que pueden utilizarse con dispositivos iOS y Android.
Este dispositivo contiene un pequeño módulo cerrado de sólo 25 gramos llamado núcleo, que incluye todos los sensores, entre ellos uno óptico para medir el ritmo cardíaco. Dispone de un único botón que sirve tanto para encender y apagar la pulsera como para desconectar la alarma y realizar otras tareas. Contiene también tres luces LED que se iluminan en diferentes colores y combinaciones para informar sobre cuestiones como la b atería restante o si se está conectado al smartphone.
Al no disponer de pantalla, se hace necesario consultar cualquiera de los datos que recoge mediante el teléfono.
Este dispositivo se puede sumergir a una profundidad máxima de 3 m y durante menos de 30 minutos. No admite el agua salada.
Gracias a su sensor de ritmo cardiaco, la pulsera registra automáticamente cualquier actividad que se realice, al tiempo que recrea un mapa de frecuencia cardiaca unas seis veces por hora.
El dispositivo puede dar información sobre los niveles de estrés y cómo evoluciona durante la jornada, gracias a que registra el tiempo entre latido y latido, además del pulso y el sueño.
Si bien no es un modelo creado para dar datos sobre la práctica deportiva, posee un modo HRM (Heart Rate Monitor) que mide continuamente la frecuencia cardiaca y, por ejemplo cuando se sale a correr.
Asimismo, monitoriza el ciclo de sueño, mostrando la información básica de la hora de acostarse y levantarse, cuánto tiempo se ha estado en un sueño ligero o profundo y el tiempo transcurrido antes de dormirse.
Una de sus limitaciones está en su autonomía, que lo habitual es que dure dos días aunque se puede ampliar hasta cinco si se activa un modo de ahorro.