La pandemia de covid-19 aceleró la transformación digital de los parlamentos de todo el mundo, según un informe publicado por la Unión Interparlamentaria (UIP).
Según esta organización con sede en Ginebra, que representa a los distintos parlamentos del mundo, más de la mitad de las cámaras legislativas globales (51%) celebraron al menos una sesión plenaria virtual durante la pandemia y un 77% celebraron reuniones o comisiones virtuales.
La organización cree que la pandemia transformó definitivamente las cámaras legislativas de países como Camboya, Chile, Kenia o Filipinas.
En el 16% de los casos fue necesario un cambio constitucional o legislativo para permitir la celebración de sesiones parlamentarias virtuales.
De entre los 123 parlamentarios encuestados, el 88% creen que ahora son más receptivos que antes de la pandemia a nuevas formas de trabajar.
Aunque la mayoría ha vuelto a su puesto de manera presencial, la UIP considera que los parlamentarios consideran beneficioso el teletrabajo.
Además, el 54% de los encuestados afirma que el interés de la ciudadanía por los debates parlamentarios aumentó durante la pandemia gracias a que el acceso del público a las sesiones virtuales se facilitó y se generalizó en todo el mundo.
No obstante, la UIP advirtió que los parlamentos carecen de suficientes recursos para poder asumir los costos de las plataformas y los servicios digitales que permiten estos nuevos métodos de trabajo.
En este sentido, el secretario general de la organización, Martin Chungong, sostuvo que es ‘el momento de que los parlamentos aprovechen las oportunidades que brinda la transformación digital y se cercioren de que esta cuestión es una prioridad para su personal’.
Otro de los riesgos a los que se enfrentan las nuevas cámaras es la ciberseguridad, un problema aún mayor teniendo en cuenta el escenario geopolítico actual, en el que se han multiplicado los ataques digitales a las instituciones públicas en los últimos meses, alerta la UIP.
Muchos de los parlamentos encuestados en el informe reconocen la importancia de regular el entorno digital en un proceso tan complejo como el legislativo.