La errónea percepción sobre el futuro del mercado ha ocasionado una deserción masiva de estudiantes en la materia, carencia que podría obligar a las empresas a buscar talento en mercados foráneos dejando fuera a los profesionales mexicanos
La creencia de que el futuro de los Sistemas de Información (SI) pasa por la deslocalización masiva retrae a los estudiantes a matricularse en esta disciplina.
Esta percepción negativa sobre el futuro de este mercado ha hecho que del 2000 al 2005, el número de estudiantes de sistemas de información haya disminuido entre 50% y 85 por ciento.
Esto ha obligado a muchas universidades a suspender los programas y cursos relacionados con esta disciplina, que desde este punto de vista parece haber pasado de moda.
La disminución se traducirá pronto en un menor número de licenciados en el mercado y la consiguiente falta de oferta cualificada obligará efectivamente a las empresas a buscar recursos en mercados foráneos.
Nueva tendencia
La pérdida de prestigio de este sector se ve favorecida por las previsiones que aseguran que alrededor de 50% de los puestos de trabajo en sistemas de información se deslocalizarán dentro y fuera del mundo desarrollado en los próximos 10 años debido a las diferencias de costos entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo.
Dos recientes ejemplos en Europa -la controvertida deslocalización de la fabrica alemana de móviles situada en Boschum por parte de Nokia o los planes en el mismo sentido de Siemens- continúan alimentando esta percepción.
Sin embargo, estas informaciones que reflejan los medios de comunicación sólo hacen referencia a una parte del vasto mercado de los SI.
En realidad, el recurso a la deslocalización tiene sus límites. Es verdad que las actividades relacionadas con la asistencia informática y la atención al cliente se pueden deslocalizar más fácilmente y con éxito a otros países, ya que la codificación simple de programas bien definidos se puede tratar como una mercancía y enviarla al extranjero, como sucede con las materias primas en la industria textil.
También los servicios relacionados con el desarrollo de software son un campo muy commoditizado, aunque en este caso sólo son fácilmente externalizables cuando disponen de especificaciones muy claras.
Lo cierto es que ningún negocio puede prosperar en la actualidad sin disponer de profesionales de sistemas de información que desarrollen y pongan en marcha los avances necesarios. De hecho, el mundo desarrollado sigue ofreciendo muchas oportunidades a estos profesionales, que en la actualidad gozan de una cifra de desempleo de sólo 2.5 por ciento.
Un mito
El US Bureau of Labor Statistics predijo en su día que hasta el 2014 los trabajos relacionados con los sistemas de información serán una de las 10 profesiones con más futuro.
El reciente estudio Offshoring and its implications for the information systems de Rudy Hirschheim, Claudia Loebbecke, Mike Newman y quien esto escribe, apunta diversas claves que pueden contribuir a despejar la falsa incertidumbre sobre el empleo, reestablecer el equilibrio entre la oferta y la demanda real de profesionales y frenar así la deslocalización de esta actividad por parte de las empresas.
Entre ellos figura la necesidad de poseer un conocimiento cultural, local y contextual específico, aunque no siempre este factor se traduce en el mantenimiento de los puestos de trabajo a escala nacional.
Si hay oportunidades
Por ejemplo, muchas empresas tienden a externalizar servicios de SI a países con similitudes culturales, como Estados Unidos con Irlanda o España con América Latina.
Otro factor es una actitud favorable de la Universidad para corregir la falsa percepción de que no hay empleo en sistemas de información, fomentar los estudios de SI y sacar provecho del conocimiento sobre los procesos de deslocalización para ofrecer una enseñanza puntera en tendencias y oportunidades.
También las asociaciones académicas y escuelas deberían fomentar formación específica, sugerir los cambios necesarios y comunicar los avances y la información. Por su parte, las empresas deberían dar a conocer su demanda de licenciados en foros y aulas universitarias y estimular los contratos de prácticas.
De lo que se trata es de evitar que una falsa profecía ayude a hacerse realidad y ponga en peligro la capacidad de los países desarrollados para contar con su propia oferta de SI.
Fuente: El Economista, México
