La naviera A.P. Møller-Mærsk, el principal grupo industrial danés, calculó hoy que los daños causados por el ciberataque mundial del pasado 27 de junio le costarán entre 200 y 300 millones de dólares.
La firma danesa fue una de las principales afectadas por la variante del virus informático Petya que atacó entonces de forma masiva a decenas de grandes empresas e instituciones europeas y que fue distribuida a través de un programa de contabilidad ucraniano.
‘El impacto financiero del ataque fue limitado en el segundo trimestre, la mayor parte ocurrirá en el tercero, sobre todo por los volúmenes perdidos durante el incidente, así como por los costes extraordinarios en tecnología de la información y en operaciones’, informó hoy la compañía en su balance del primer semestre.
El impacto del ataque se concentró en los negocios vinculados con contenedores, incluyendo a Maersk Line, la principal empresa mundial en transporte marítimo y división estrella del grupo.
Pero aunque el apagado de los sistemas de varias divisiones provocó ‘interrupciones significativas’, no hubo ni pérdida ni filtración de información a terceros, destacó A.P. Møller-Mærsk.
El ciberataque afectó especialmente a Ucrania y Rusia, aunque entre las compañías que admitieron ser víctimas figuran, además del grupo danés, la francesa Saint-Gobain y la farmacéutica estadounidense Merck.
El virus de cibersecuestro de datos Petya es similar a WannaCry, que en mayo pasado perjudicó a más de 200,000 usuarios en 150 países, entre ellos al sistema de sanidad británico (NHS).
EFE