La introducción de drones para controlar el cumplimiento de la legislación laboral vigente es una novedad y todavía se encuentra en fase experimental, dijo a medios portugueses el responsable de esa entidad, Pedro Pimenta Braz.
Con los drones se pretende cubrir grandes espacios -como ocurre cuando se inspeccionan fincas agrícolas o bosques- para detectar más fácilmente «trabajo no declarado», lo que supone un ahorro de tiempo y recursos.
El aparato permite incorporar una cámara con la que grabar y elaborar vídeos que podrían constituir una prueba documental de cara a los procesos abiertos por la Inspección de Trabajo.
Desde el organismo responsable del control de las condiciones laborales en Portugal reconocieron que en breve deberán entrar en contacto con la Comisión de Protección de Datos para garantizar que el uso de esta aeronave no atenta contra la intimidad de las personas.
Los sindicatos que representan a los inspectores fueron los primeros en revelar públicamente la compra de uno de estos aparatos, que consideraron contradictoria con los recortes aplicados en los últimos años y la falta de personal.
EFE
