«No somos perfectos», dijo Steve Jobs durante la conferencia de prensa del 16 de julio, refiriéndose al problema de la antena del iPhone 4. Yo creo que ni Apple ni los consumidores de la marca se esperaban lo que iba a pasar con el nuevo gadget de la marca.
Todo parecía mejoras de diseño y felicidad, hasta que los usuarios comenzaron a experimentar fallas en la recepción de la señal al tomar el teléfono de una forma determinada.
Para Apple, estos problemas parecían un bug en el software, de hecho la marca ya publicó una actualización del sistema operativo para solucionarlo; pero para los expertos, es una falla evidente de hardware, por el lugar donde está colocada la antena; la firma no descarta esto último y por eso hizo un comparativo de recepción con otros smarpthones como la BlackBerry Bold 9700 y el HTC Droid Eris, el Samsung Omnia II y el iPhone 3GS .
La conclusión es que es mal de muchas marcas y los consumidores debemos aprender a cómo tomar el teléfono (curioso… algo que nunca nos habíamos preguntado, porque no habíamos tenido necesidad) y además, ponerle una funda protectora de plástico al aparato.
El punto es si los tres millones de consumidores que ya compraron el iPhone 4 están dispuestos a aceptar la solución. Apple es una marca que siempre ha innovado en el terreno de la tecnología de consumo y ha marcado pauta.
Sin duda los productos que vende son de calidad… pero los costos del daño de este hecho no sólo representan alrededor de 1,500 millones de dólares si la marca estuviera dispuesta a retirar todos los equipos defectuosos (según reportó una consultora en un artículo de The New York Times), si no que existen ya especialistas en tecnología que incluso recomiendan a los consumidores que no se compren este teléfono.