Como un verdadero juego de estrategias y posicionamientos, hace algunos días Facebook dio una de las noticias más relevantes del año y afianzó la impronta que, de ahora en adelante, Mark Zuckerberg piensa darle a su compañía: expansión y asimilación productiva. La compra de WhatsApp por 19,000 millones de dólares no sólo se trata de la adquisición más onerosa de la red social, sino de la fusión de dos gigantes del social media, cuyas implicaciones se descubrirán en el corto plazo.
El mundo móvil como oportunidad de expansión
El anuncio de la compra de WhatsApp puede enmarcarse bajo dos variables. En primer lugar, después de festejar su primera década de vida, Facebook busca aumentar sus índices de popularidad, renovarse y ampliar su dominio a nuevos mercados. Desde hace algunos años, Zuckerberg comprendió que para ampliar su poder y perdurar dentro de un mercado tecnológico caracterizado por la velocidad de las innovaciones, necesitaba implementar una expansión estratégica. Un punto que, por supuesto, se pliega a la conocida capacidad del CEO de Facebook por comprender los cambios que se avecinan. Así, la red social con sede en Silicon Valley fue ampliando su poder, adquiriendo empresas rivales, pero también startups y plataformas como Instagram, por la cual desembolsó 1,000 millones de dólares en abril de 2012. ¿El objetivo? Potenciar sus propias aplicaciones y expandirse a otros dominios de la comunicación social. Fue el caso de las plataformas Branch y Potluck, por ejemplo.
En segundo lugar, la adquisición de WhatsApp se enmarca en la reciente venta de Viber por 900 millones de dólares, uno de sus competidores directos y ahora propiedad de la compañía de ventas online Rakuten, que también es dueña de parte de Pinterest y de la tienda de libros electrónicos Kobo. Es decir, se trata de compañías que apuestan por la diversidad.
Como afirmó Hiroshi Mikatami, CEO de Rakuten, la mensajería instantánea supone una puerta de entrada ideal para otros servicios. Esto es algo que Facebook tiene muy presente, en vistas al futuro y la expansión de la empresa, más si se tiene en cuenta que WhatsApp está camino de conectar a 1,000 millones de personas. Un capital extremadamente valioso por donde se lo mire.
Presencia mundial
¿Por qué Rakuten pagó 900 millones de dólares por Viber y Facebook desembolsó nada menos que 19,000 millones de dólares por WhatsApp? Sencillo: la diferencia, entre una y otra compañía, es abismal. WhatsApp es el líder mundial en mensajería instantánea, con 450 millones de usuarios registrados y la predicción de duplicarlos a finales de 2014. Pero esto no es todo. En su adquisición, Facebook ha tomado nota, no sólo del alcance mundial de WhatsApp, sino de su presencia en el imaginario cultural de nuestra época, al punto de que ‘wasapear’ ya figura como verbo en los diccionarios hispanoamericanos.
La revolución de la mensajería instantánea
En una era signada por una competencia feroz entre compañías tecnológicas, es necesario poner la compra de WhatsApp en perspectiva: otros gigantes como Google, Microsoft o Apple no han tenido el éxito esperado a la hora de expandir plataformas de mensajería instantánea en dispositivos móviles. Cada día se hace más patente que el mercado de los dispositivos móviles y las aplicaciones ha revolucionado el concepto de la mensajería instantánea, ya no ligado a la dinámica de las compañías telefónicas, sino de las aplicaciones.
Además, según una investigación llevada adelante por Jana Mobile, WhatsApp es más popular que Facebook – y, naturalmente, que sus otros competidores en mensajería instantánea – en mercados emergentes como México, Brasil y Sudáfrica, lo que representa una fuerte apuesta en términos de expansión, en este punto, territoriales.
Las claves del futuro
Si WhatsApp competía con Facebook en índices de popularidad dentro del universo de los teléfonos móviles, eso ha quedado en el pasado. WhatsApp representa para Facebook una de sus prioridades: nada menos que la oportunidad de desembarcar con fuerza en el universo de la mensajería instantánea. ¿Qué sucederá con WhatsApp? ¿Será independiente como Instagram? ¿Habrá publicidad? En lo inmediato, nada cambiará. La clave es la batalla que está enfrentando a las compañías más grandes del mundo dentro del terreno de la mensajería instantánea. Una batalla que parece central, dentro de un mercado signado por la innovación y el cambio.
Por Roberto Ricossa, VP de Marketing de las Américas de Avaya