La adopción en China de la inteligencia artificial para la guerra ha preocupado a diversos actores, desde Silicon Valley hasta el Pentágono.
Eric Schmidt, exdirector ejecutivo de Google, planteó sus preocupaciones en una audiencia del Congreso, y lidera una iniciativa para acelerar la adopción de IA por parte del establecimiento de defensa de Estados Unidos.
Según un informe de Schmidt, China ha estado estudiando las operaciones militares estadounidenses durante 30 años y ahora busca contrarrestarlas mediante el uso de IA.
Argumenta que la capacidad de un ejército para utilizar la IA de manera más rápida que su enemigo será crucial para su fuerza.
Sin embargo, estos esfuerzos han generado inquietudes sobre una posible carrera armamentista de IA que podría empeorar cualquier conflicto entre Estados Unidos y China.
Durante la audiencia, Schmidt advirtió que China invierte mucho más en IA para la defensa y tiene una ‘fusión civil-militar’ en la que las empresas comerciales trabajan estrechamente con el ejército.
Aunque Estados Unidos lleva una ligera delantera en áreas clave como la IA y la computación cuántica, Schmidt señaló que hay muchas razones para creer que China tiene más personal trabajando en IA estratégica.
Varios funcionarios del Departamento de Defensa y del Congreso argumentan que si Estados Unidos no desarrolla rápidamente armas potenciadas por IA, corre el riesgo de perder un posible conflicto futuro con China.
El Instituto Australiano de Política Estratégica afirma que China lidera en 37 de 44 tecnologías críticas, incluida la IA. Aunque Estados Unidos tiene ventaja en el procesamiento del lenguaje natural, China lidera en algoritmos de IA y aprendizaje automático, como redes neuronales y aprendizaje profundo.
Sarah Shoker, científica investigadora de OpenAI, expresó su preocupación por confundir erróneamente la competencia económica con la defensa y seguridad internacional, lo que podría generar pánico y miedo.
