El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentó hoy un plan para acabar con las leyes que impiden a ciudades y pueblos de 19 estados del país el acceso a Internet de alta velocidad.
El mandatario aseguró que la banda ancha ‘no es un lujo, sino una necesidad en una economía donde buena parte de la creación de empleo depende de nuestra capacidad de conectarnos, de comprar, de hacer negocios y aprender en línea, en el ciberespacio para la creación de empleo y la innovación’.
Obama eligió la ciudad de Cedar Falls (Iowa) para presentar el proyecto, pues se trata de una localidad en donde todos los residentes tienen acceso a Internet de alta velocidad gracias a la inversión colectiva en una red de fibra óptica.
Aunque el 98% de estadounidenses tienen acceso a Internet con una banda ancha básica, 45 millones de estadounidenses no pueden adquirir servicios de banda ancha de última generación, que genera conexiones seis o siete veces más rápidas, y solo el 50% de quienes viven en zonas rurales consiguen conectarse a esa velocidad, aseguró Obama.
El mandatario enviará una carta a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) en la que pide invalidar esas leyes estatales, para que las comunidades tengan el derecho de tomar la decisión por sí mismas y proporcionar una red de banda ancha si así lo desean.
Obama reiteró hoy también su preferencia por regular Internet como un servicio público y prohibir la creación de canales prioritarios y más rápidos, que permitan acceder más velozmente a contenidos cuyos creadores hayan pagado previamente una tasa a la compañía proveedora.
EFE