La prohibición de usar productos de Huawei por parte de Estados Unidos no tiene un impacto económico en la compañía, debido al escaso volumen de negocios que mantiene en ese país, aseguró el responsable de inversiones de la tecnológica china, Wang Tao.
‘Nuestro negocio en Estados Unidos no es demasiado grande’, aseguró Wang, y agregó que Huawei está presente en 170 países y regiones, un factor que le hace menos dependiente de su actividad en EU.
También censuró que algunos gobiernos hayan ‘confundido’ las cuestiones técnicas en torno a la ciberseguridad ‘con problemas políticos e ideológicos’, un planteamiento que, dijo, ‘no es constructivo’ para ninguna de las partes.
‘Considerar una compañía como un desafío a la seguridad no es el camino correcto para avanzar. Esto no ayudará a mejorar la ciberseguridad en las sociedades inteligentes del futuro’, indicó el ejecutivo.
El empresario hizo estas declaraciones durante la presentación en Pekín de la primera base de datos de inteligencia artificial del mundo, GaussDB, anunciada hoy por el gigante chino tras casi nueve años de desarrollo.
Asimismo, la tecnológica presentó un nuevo software para el almacenamiento distribuido de máximo rendimiento, el FusionStorage 8.0, con el que pretende que las empresas no tengan que volver a borrar información de sus bases de datos.
‘Cada vez más empresas van a dejar de borrar sus datos, y la inteligencia artificial les permitirá usar más información. Imágenes, videos y audios supondrán el 90% de los datos almacenados’, destacó Joy Huang, vicepresidente de la línea de productos de las tecnologías de la información de Huawei.
Respecto a los temores en torno a la fiabilidad de estos nuevos productos, Wang Tao fue tajante al afirmar que la compañía ‘tiene unos estándares de seguridad muy altos’ y que ‘respeta la propiedad’ de estos datos.
‘En comparación con otras empresas, Huawei respeta muchísimo la propiedad (de los datos). Nosotros no poseemos la propiedad de la información y prometemos que no monetizaremos su uso’, subrayó Wang.
El gigante chino de telecomunicaciones aumentó un 25.1% su beneficio en 2018, hasta los 59.300 millones de yuanes (8,850 millones de dólares), pese a las acusaciones de espionaje de Estados Unidos y otros países occidentales.
En este sentido, destaca la medida aprobada por Washington por la que prohibió a todas sus agencias gubernamentales adquirir productos de Huawei, una decisión que la firma china considera ‘inconstitucional’ y por la que ha presentado una demanda contra el Gobierno estadounidense.
Una restricción que, sin embargo, no ha afectado a las cuentas de la compañía, que en los tres primeros meses de este año facturó un 39% más que en 2018 y vendió 59 millones de teléfonos inteligentes en todo el mundo.