Diversos especialistas calculan que en 2014 existirán en América Latina casi 100 millones de dispositivos móviles, incluso se calcula que más personas seguirán el Mundial de Fútbol mediante estos dispositivos y sus redes sociales que por televisión. Este es uno de los motivos por los que Brasil se preparó con una red de 4G.
Esa gran cantidad de información que se genera, el Big Data, representa oportunidades y retos, pero ¿qué deberían saber los ejecutivos acerca del nuevo panorama de los datos?
En todos los negocios los datos están creciendo y los formatos en los que se guarda la información se diversifican. Hay un creciente interés hacia los formatos no tradicionales para entregar y compartir información en tiempo real a través de Facebook, Twitter, videos, voz y otros. Hitachi denomina a este fenómeno “explosión de datos no estructurados”. Por ejemplo, en la industria del cuidado a la salud, los monitores cardiacos y equipos de rayos-X pasan datos a sistemas de contabilidad y facturación. Estos ejemplos representan nuevas oportunidades para los ejecutivos de combinar y redireccionar los propósitos de los diferentes datos, descubrir perspectivas antes ignoradas y generar observaciones innovadoras en torno a sus negocios.
Seguimos escuchando de nuestros clientes: “¿cómo manejo este tipo de datos para que se analicen solos y me permitan tener ventaja competitiva?”, “¿Los datos deben existir para siempre?”
Sabemos que los datos sobrepasarán la existencia de las aplicaciones que los crearon, ¿cómo controlaremos la nueva información mientras las aplicaciones vienen y van?, ¿quién redefinirá el propósito de los datos para mantenerlos actualizados frente a las más recientes aplicaciones, analizadores, sensores, dispositivos, etc.? Seguimos notando en nuestros clientes una necesidad urgente de agregar análisis en tiempo real a sus plataformas heredadas para que puedan alcanzar, de la mejor manera posible, la velocidad actual que requiere el negocio.
Mientras las organizaciones pugnan por la diferenciación frente a la competencia, nuevas oportunidades de generar ingresos y eficientar costos, también deben ver más allá de la inteligencia de negocios tradicional y capitalizar las nuevas fuentes de análisis. Una tendencia emergente es el deseo de combinar varios tipos de datos con análisis histórico y de tiempo real, con el propósito de obtener capacidad predictiva.
El panorama de Big Data es mucho más amplio de lo que se piensa actualmente en la industria. Es mucho más que un mejor análisis de bases de datos o una repetición de los mismos paquetes de datos que se han utilizado desde hace décadas. Es una estrategia para administrar la avalancha de datos no estructurados y usar la especialización del análisis para cada formato e industria. Por ejemplo, las tomografías cerebrales requieren años de experiencia médica combinada con tecnologías específicas para obtener la mejor manera de administrar y analizar los datos médicos.
La verdadera transformación vendrá de la correlación de informaciones provenientes de diversas fuentes. Si trabajas en ciencias de la salud y la vida, necesitas buscar y analizar 30 años de datos en análisis de sangre, aún si éstos fueron capturados en departamentos sin relación alguna o utilizando otras tecnologías. Hay una amplia necesidad de que los datos sean independientes de la aplicación y plataforma que los crearon, para que sean administrados, controlados, localizables, protegidos, analizados y empleados para tomar decisiones.
En la actualidad, tenemos que saber cómo almacenarlos y protegerlos de la forma más segura posible. Debemos entender cómo redirigir su propósito hacia el crecimiento estratégico y la ventaja competitiva. Cuando la información se analiza, se convierte en conocimiento y por lo tanto en el fundamento de mejores decisiones estratégicas.
Por Alejo López Crozet, Director General de Hitachi Data Systems México y Centroamérica