La pandemia afectó las carreras de muchas madres trabajadoras, y un retorno apresurado a la oficina parece ser igualmente dañina.
La falta de cuidado infantil y educación presencial ha expulsado a millones de mujeres de la fuerza laboral en Estados Unidos.
Compañías como Microsoft, Amazon y Netflix respondieron con guarderías de respaldo y licencia de emergencia; aunque gran parte de esas facilidades fueron temporales y están llegando a su fin.
Los 53,000 millones de dólares en fondos de rescate federales para mantener las guarderías en funcionamiento y reabrir los servicios de atención cerrados fueron una solución transitoria.
Muchas empresas reconocen el enigma de los padres que trabajan, y que surge cuando luchan por encontrar nuevos trabajadores y mantener a los empleados existentes. Incluso Goldman Sachs avanzó rápidamente esta semana para regresar trabajadores a la oficina.
Compañías como IBM están hablando de esperar hasta septiembre para que muchos regresen, mientras que empleados de Goldman Sachs en Estados Unidos regresan a la oficina por primera vez en más de un año.
Pero incluso trabajar en casa requiere que alguien vigile a los niños y el regreso a la oficina ha significado un aumento en la demanda, mientras que la oferta de espacios en las guarderías, campamentos y otros programas aún se mantiene muy por debajo de los niveles prepandémicos.
Para muchas familias, la única solución inmediata es improvisar un horario de medio tiempo, o en hogares biparentales para que uno de ellos, a menudo la madre, abandone la fuerza laboral por ahora.
Si bien encontrar cuidado infantil asequible en Estados Unidos era difícil antes de la pandemia, varios factores hacen que regresar a lugar del trabajo ahora sea especialmente difícil para los padres.
Primero, los niños pequeños todavía no son elegibles para la vacunación, por lo que los trabajadores que regresen pueden estar preocupados por transmitirles el virus, incluso si los padres están vacunados.
En segundo lugar, las buenas intenciones de la atención de emergencia de las empresas son una ‘curita’, que no les da a los padres la confianza de volver a la oficina de forma regular. Y tercero, es incluso más difícil de lo que solía ser encontrar una buena atención.
‘La recuperación de las mujeres, en particular de las madres con responsabilidades en cuidados de los niños, ha sido mucho más lenta de lo que nadie había anticipado’, dijo Titan Alon, profesora asistente en el departamento de economía de UC San Diego.
‘Por ahora, muchas empresas parecen estar esperando a septiembre para cualquier regreso a la oficina a gran escala y están permitiendo que las soluciones de trabajo actuales permanezcan en su lugar’, dijo John Dooney, asesor de RRHH de la Society Resource Management.
Pero para aquellos que ya exigen que los trabajadores regresen, los padres están tomando decisiones difíciles que a menudo penalizan a las mujeres con despido por no regresar.
Con niños de 9, 5 y 2 años, Bart Egnal, director ejecutivo de Humphrey Group, dice que trabajar desde su casa en Toronto significaba constantes interrupciones. Él y su esposa decidieron a principios de año que él volvería a la oficina y ella dejaría su trabajo de maestra para cuidar a sus hijos.
