El arrebato regulatorio ha cambiado para siempre el papel de la industria en China, incluso empeorando el trabajo juvenil a medida que se acumulan los factores externos.
Cuando el presidente Xi Jinping apretó los tornillos de la industria tecnológica del país asiático el año pasado, intensificó una crisis laboral para las mentes más jóvenes y brillantes, necesarias para impulsar la economía de la nación.
Sacudidos por una serie de regulaciones punitivas que congelaron las negociaciones y acabaron con el crecimiento de la industria, que alguna vez fue jactancioso, los líderes del sector, desde Alibaba hasta Tencent y Xiaomi, este año comenzaron a despedir a miles de personas.
Tales recortes presagian un cambio más fundamental en el papel tradicional de la industria como el empleador más grande y buscado, con consecuencias potencialmente graves. Se espera que un récord de casi 11 millones de nuevos graduados inunde el mercado laboral este año.
Dado que el sector tecnológico ya no les ofrece una carrera tan lucrativa y emocionante como antes, muchos se unirán a las filas de los desempleados en una economía en la que una de cada cinco personas entre 16 y 25 años ya está sin trabajo.
