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Resurge uso de teléfonos públicos

Destaca Asociación Mexicana de Operadores de Telefonía Pública que a pesar de la alta penetración de celulares se han abierto líneas de mayor tráfico para esta industria

Cuando parecía que la alta demanda de los teléfonos celulares “apagaría” a los teléfonos públicos, esta industria aprovecha la existencia de más números a los cuales hablar y decide expandirse para cubrir un amplio mercado de usuarios que están dispuestos a gastar sólo unos cuantos pesos por sus llamadas de tiempo ilimitado.

La telefonía pública de monedas, que se conforma por empresas distintas a Telmex, surge como una opción para las personas que no están en posibilidad de inmovilizar de 30 a 50 pesos, o más, en una tarjeta telefónica, y que acuden a estas casetas aun y cuando tengan un celular o una línea instalada en casa.

De acuerdo con Salvador Abascal, presidente de la Asociación Mexicana de Operadores de Telefonía Pública (AMOTP), el 55% de las llamadas que se hacen desde estos aparatos son a celulares y el 45% a líneas fijas, cuando hace apenas unos meses la proporción era a la inversa.

Esto significa que aunque la penetración de los teléfonos móviles sí ha impactado en alguna medida el uso de la telefonía pública, la existencia de más líneas ha generado la posibilidad de mayor tráfico para esta industria, explicó.

Hasta el momento los 20 permisionarios del gremio instalaron 125 mil casetas, que representan una inversión de 200 millones de dólares.

“Hay espacio para muchas mas casetas, pero distribuidas de forma diferente. Los reportes de la Comisión Federal de Telecomunicaciones a diciembre de 2007 nos indican que en ciudades como el DF hay 40 casetas por cada 10 mil habitantes mientras que en estados como Tabasco apenas llega a 10 teléfonos públicos por 10 mil pobladores”, sostuvo.

En llamadas locales, las tarifas de las casetas de monedas van de 3 a 4 pesos por tiempo ilimitado, y algunas son de 3 pesos por 6 a 10 minutos, cuando en Telmex el cobro es de un peso por minuto, subrayó.

En larga distancia, los precios son de 3 pesos por minuto y a celulares son de 4, 5 y 6 pesos por minuto.

Cada operador tiene estrategias diferentes, algunos se especializan en el segmento turístico con productos de larga distancia y atienden a visitantes que no están dispuestos a pagar las altas tarifas que aplican los hoteles, ni los cargos de roaming en su celular, comentó Abascal.

Otra parte de los permisionarios van tras el segmento popular, y se ubican no sólo en las colonias de este tipo, sino en puntos de gran afluencia como los de transporte público (aeropuertos, estaciones de autobuses, metros y microbuses).

“Nos conviene tener mayor cobertura en ciudades y en ese caso el que resulta un poco mas ganador es la industria de telefonía de monedas y quien pierde un poco de tráfico es el de tarjetas (Telmex), pero aun así sigue habiendo mercado para todos porque hay gente que esta acostumbrada a usar las tarjetas y que además las empresas se las compran a sus trabajadores en lugar de darles el dinero”.

Los permisionarios de esta industria se enfrentan a algunas “barreras de contención” con algunos gobiernos locales que pretenden hacer cargos muy altos por la instalación en banqueta de las casetas telefónicas, o bien, retrasan el otorgamiento de los permisos, pese a que ya cuentan con la autorización de la Cofetel, dijo.

Por otra parte hay lugares donde hay facilidades gubernamentales y en los que se requiere la instalación de los aparatos pero no son seguros, indicó Abascal. Adicionalmente, en provincia hay muchas ciudades que no tienen banquetas en los lugares donde se debe instalar telefonía pública, lo cual complica aun más la labor de los operadores, señaló.

Fuente: El Universal, México