Boeing, General Electric y T-Mobile figuran entre las organizaciones estadounidenses que han sido víctimas de ataques orquestados por hackers originarios de Irán y China, según The New York Times.
El diario neoyorkino informó que los ataques están vinculados con la retirada del presidente Donald Trump del acuerdo nuclear con Irán el año pasado y sus conflictos comerciales con el gigante asiático.
Un resumen de un informe de inteligencia consultado por el Times revela que dichas empresas se encontraban entre los objetivos recientes de los esfuerzos de espionaje industrial en China, aunque todas ellas se negaron a discutir estas supuestas amenazas.
Los recientes ataques iraníes contra bancos, empresas y agencias gubernamentales estadounidenses han sido más extensos de lo que se informó anteriormente, pues docenas de corporaciones y varias agencias de Estados Unidos habrían sido atacadas, de acuerdo con siete personas informadas sobre los episodios que no estaban autorizados a discutirlos públicamente, según el diario.
Los ataques, atribuidos a Irán por analistas en la Agencia de Seguridad Nacional y la firma de seguridad privada FireEye, provocaron una orden de emergencia del Departamento de Seguridad Nacional durante el cierre del gobierno el mes pasado.
Los ataques iraníes coinciden con una nueva ofensiva china orientada supuestamente a robar secretos comerciales y militares de contratistas militares y compañías de tecnología estadounidenses, según nueve funcionarios de inteligencia, investigadores de seguridad privada y abogados familiarizados con los ataques que los discutieron bajo condición de anonimato debido a la confidencialidad acuerdos.
El ciberespionaje chino se amainó hace cuatro años después de que el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el presidente chino, Xi Jinping, alcanzaron un acuerdo histórico para detener los robos de secretos comerciales.
Pero el acuerdo de 2015 parece haber sido cancelado extraoficialmente en medio de la continua tensión comercial entre Estados Unidos y China, dijeron funcionarios de inteligencia e investigadores de seguridad privada citados por el rotativo.
